Carrusel electoral: seis posibles citas con las urnas en un año

Los comicios andaluces anticipan las europeas, municipales y autonómicas de 2019, con las generales y las catalanas en duda.

El calendario electoral más probable de los próximos meses
El calendario electoral más probable de los próximos meses
Heraldo

2018 debía ser el tercer año en los cuatro decenios en democracia sin fechas electorales -tras 2002 y 2012-, pero Susana Díaz rompió este lunes la magia: anunció el esperado adelanto electoral en Andalucía, que celebrará comicios autonómicos el 2 de diciembre. Esta cita con las urnas abrirá un carrusel vertiginoso, ya que en el plazo de un año, en función de cómo discurra la actualidad política, podrían celebrarse elecciones a todos los niveles.

Ante la ausencia de comicios, este ejercicio debía ser empleado por los partidos para rearmarse tanto a nivel interno como programático por un lado y, por el otro, para tratar de buscar acuerdos en materias de calado. Pero lo cierto es que el turbio clima político debido a la crisis catalana y la moción de censura de la pasada primavera han roto cualquier previsión. Ahora, con el anuncio de la presidenta andaluza, vuelve el circo electoral.

Este es el calendario de los próximos meses, con la duda de si en 2019 habrá adelanto tanto para las generales como para las catalanas:

2 de diciembre de 2018: elecciones andaluzas

Con cuatro meses de antelación sobre las fechas previstas, los andaluces volverán a las urnas para renovar el Parlamento autonómico. Pero los resultados que se den en esa comunidad tendrán resonancias mucho mayores, unos ecos que llegarán con fuerza hasta Madrid.

Susana Díaz, que perdió hace un mes la mayoría parlamentaria por la ruptura de Ciudadanos del pacto de gobierno, se juega mantener la primacía del socialismo andaluz en la región. Parte como favorita. Paradójicamente, su destino va en esta ocasión unido al de su antiguo enemigo y ahora líder del PSOE: Pedro Sánchez podrá comprobar el efecto del cambio de gobierno registrado en mayo, cuando desalojó a Mariano Rajoy de la Moncloa con la moción de censura.

También será el primer test serio para Pablo Casado desde que relevara al expresidente del Gobierno al frente del PP. Por su parte, Ciudadanos aspira a superar a los populares, algo que ya apuntó el último CIS andaluz publicado, en febrero.

26 de mayo de 2018: elecciones europeas

Entre el 23 y 26 de mayo los europeos votarán la nueva confección de la Eurocámara. Como es habitual, las instituciones comunitarias han organizado varios días para que los distintos países organicen su propia jornada, que España dejará para el último de los días, domingo. Será la tercera vez que las europeas, que se celebran cada cinco años, coincidan aquí con comicios autonómicos y municipales; antes sucedió en 1987 y 1999.

El principal reclamo de la votación será comprobar el resultado que obtienen los partidos populistas, eurófobos y ultraderechistas ante el auge de estos movimientos -y el asentamiento de varios de ellos- en numerosas zonas de la Unión Europea, desde Italia a Alemania, Polonia, Suecia o Austria.

26 de mayo de 2018: elecciones autonómicas

Todas las comunidades salvo las que accedieron a la autonomía por el artículo 151 -Cataluña, el País Vasco, Andalucía y Galicia- están convocadas para el domingo 26 de mayo.

Después de las elecciones andaluzas, este es el examen más serio para los partidos. Hasta el punto de que una conjunción de resultados negativos para alguna de las formaciones podría tener implicaciones en los liderazgos. Los principales puntos de interés son la Comunidad de Madrid, donde debido a los últimos escándalos del PP -incluida la marcha de la presidenta, Cristina Cifuentes- peligra la victoria de los populares, la Comunidad Valenciana, donde el PSOE y Compromís podrán evaluar la solidez de su acuerdo, y Navarra, tras el tumultoso mandato de Uxue Barkos (Geora Bai) al frente de un crisol de partidos.

26 de mayo de 2018: elecciones municipales

Casi tanto interés como las autonómicas concentrarán las municipales, que servirán para testar la labor de los denominados ‘alcaldes del cambio’; entre ellos, el de Zaragoza, Pedro Santisteve. La candidatura del regidor zaragozano aún no está confirmada. En Madrid, Manuela Carmena se volverá a presentar, aunque como cabeza de lista de una plataforma “de personas y no de partidos”. También se da por seguro que Ada Colau repetirá en Barcelona, donde tendrá que competir entre otros con el exprimer ministro francés, Manuel Valls.

¿Elecciones generales?

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentó la moción de censura con el argumento de que convocaría elecciones de inmediato. Una vez que relevó a Mariano Rajoy, sin embargo, dio un giro de timón y mostró su intención de agotar la legislatura, algo que sucederá en 2020. En cualquier caso, la fragilidad de la minoría que ostenta en el Congreso, y de lo que da muestras las dificultades que está teniendo para sacar adelante el nuevo techo de gasto y los presupuestos generales de 2019, hacen pensar que no tendrá más remedio que terminar adelantando las elecciones al año que viene.

Las posibles fechas, sin embargo, están en el aire. El calendario presupuestario ha venido marcado por la decisión de la Mesa del Congreso de obstaculizar la urgencia del procedimiento, lo que retrasa la aprobación de las cuentas hasta la próxima primavera, y eso en el mejor de los escenarios. Hasta que llegue ese momento -si es que llega-, es probable que Pedro Sánchez no quiera dar el paso, con lo que antes de otoño se antoja complicado. Pero un bloqueo constante de los presupuestos harán inevigable el adelanto.

¿Elecciones catalanas?

Los catalanes han ido a las urnas para elegir a sus diputados autonómicos cuatro veces en apenas siete años: en 2010, 2012, 2015 y 2017. Y, si nada lo remedia, repetirán el año que viene. De hecho, el runrún de nuevos comicios comenzó justo después de los resultados de 2017, donde pese a que el voto popular volvió a ser mayoritariamente no independentista, incluida la victoria de Ciudadanos, la métrica electoral dio la victoria en escaños a los partidos rupturistas. A esto se unen las divisiones cada vez mayores entre ERC y Junts per Catalunya, las zancadillas constantes que pone la CUP y la inoperancia parlamentaria impuesta por el Gobierno de Quim Torra, un presidente virtual que mueve desde Bruselas Carles Puigdemont.

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