El hijo de Giménez Abad pide que no se negocien condiciones políticas con ETA

Considera fundamental que los demócratas controlen el relato sobre el final de la banda terrorista

La presidenta Luisa Fernanda Rudi, junto a la viuda de Giménez Abad, Ana Larraz, a su llegada a Las Cortes. Entre ellas, Manuel Giménez Larraz; detrás, Rosa Plantagenet y Borja Giménez Larraz.
La presidenta Luisa Fernanda Rudi, junto a la viuda de Giménez Abad, Ana Larraz, a su llegada a Las Cortes. Entre ellas, Manuel Giménez Larraz; detrás, Rosa Plantagenet y Borja Giménez Larraz

Manuel Giménez Larraz, hijo de Manuel Giménez Abad, volvió a insistir ayer en la necesidad de que el Estado "no negocie nunca condiciones políticas con grupos que únicamente sustentan su fuerza negociadora en el terror". Giménez Larraz hizo esta referencia a ETA en el discurso de Homenaje a la Palabra, el acto que la Fundación que lleva el nombre de su padre organiza cada año en las Cortes de Aragón en memoria del político y diputado aragonés, asesinado por la banda terrorista hace ahora trece años.

Giménez Larraz defendió que el Estado sea "duro, implacable con ETA, pero siempre en el marco de la ley". El hijo del que fuera presidente del PP en Aragón recordó que, como ciudadano, debe aceptar –a veces con "dolor" como ha sucedido con la doctrina Parot–, lo que dispone la norma, pero dijo que, como familiar de una víctima, exige que se cumpla escrupulosamente la ley. Especialmente, dijo, cuando "los asesinos de ETA pidan amnistías, que son inadmisibles". Y también para que se siga investigando y se aclaren los más de 300 asesinatos sin resolver. Para Giménez Larraz, los ciudadanos deben tener la seguridad de que tras la derrota policial y judicial de ETA, "se produce también su derrota política". "No queremos ni podemos olvidar el pasado –dijo–, pero tenemos que mirar al futuro, que requiere que los demócratas controlemos el relato sobre el final de ETA".


Giménez Larraz tuvo también un emotivo recuerdo para el talante personal de su padre, de quien destacó su forma de entender la política como "un ejercicio de tolerancia, respeto a la discrepancia, solidaridad y servicio a sus conciudadanos". Con su asesinato –concluyó– ETA no solo "quebró cruelmente" la voluntad de los aragoneses, sino el pilar básico de la democracia, puesto que Giménez Abad, como diputado, "representaba los derechos y libertades de todos los españoles".


Por su parte, la vicepresidenta primera de las Cortes de Aragón, Rosa Plantagenet, que fue quien abrió el acto, hizo una defensa del parlamentarismo como fórmula de representación política y ciudadana. Plantagenet dijo que, a pesar de los cambios y transformaciones sociales, "el Parlamento no tiene alternativa, está en el vértice del sistema democrático".


También afirmó que no hay ninguna otra institución que pueda garantizar a los ciudadanos la representación ideológica y controlar al poder.Los etarras "caerán"


Por su parte, el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, se mostró ayer convencido de que los asesinos de Giménez Abad "caerán". Alcalde se refirió, en el transcurso de una rueda de prensa, al "tesón" de las Fuerzas de Seguridad y aseguró que "la paciencia de la Policía y la Guardia Civil es infinita". A la pregunta de si Mikel Carrera es uno de los asesinos del político aragonés, información que publicó ayer HERALDO, dijo desconocer en detalle la operación, pero se mostró optimista sobre la detención de los asesinos de Giménez Abad.