seguridad vial

Cómo cruzar una rotonda y no morir en el intento

Las glorietas son un tipo especial de intersección, motivo en algunos casos de conflicto entre los conductores. En ellas se rompe la regla general de prioridad de la derecha en favor de quienes circulan ya dentro de ella.

Rotonda de la Ciudadanía, en Zaragoza, donde confluyen la avenida de Madrid con la avenida Ciudad de  Soria
Rotonda de la Ciudadanía, en Zaragoza, donde confluyen la avenida de Madrid con la avenida Ciudad de Soria
Guillermo Mestre

¿Cuántas rotondas hemos de cruzar cuando conducimos para ir de casa al trabajo, llevamos los niños al colegio o vamos de compra? La lista es larga. Cada vez más larga. Aunque, no obstante, mucho más corta que en Francia, el país que más tiene, con una cada 21 kilómetros. De hecho, una de las más antiguas del mundo es la glorieta del Arco del Triunfo en París, en la que confluyen 12 avenidas.

Rotondas o glorietas, según la DGT contribuyen a hacer el tráfico más fluido, pero también en ocasiones son motivo de conflicto. ¿Sabemos cómo se usan adecuadamente? Esa es la cuestión.

Cómo circular en una rotonda
Cómo circular en una rotonda
DGT

A continuación, ofrecemos algunas pautas para salir ‘victoriosos’ de una rotonda.

Reducir la velocidad. Es el primer paso. El acceso a una rotonda es un momento delicado. Según la DGT, más de la mitad de los accidentes en una glorieta se producen al entrar en ella.

Ceder el paso. Tienen preferencia quienes ya están circulando por la rotonda, por lo que, si vamos a entrar, debemos cederles el paso. Los expertos recomiendan esperar siempre a que podamos hacer la maniobra con seguridad.

Elegir el carril. Es lo más ‘complicado’. Cuando ya estamos dentro de la rotonda, es recomendable circular por el carril exterior, para evitar cambios y cruces. Sin embargo, si vamos a hacer un cambio de sentido o un recorrido largo dentro de la rotonda, se aconseja utilizar los carriles interiores. Para salir de la glorieta es imprescindible situarse previamente en el carril exterior.

Mejor una vuelta más. Cuando vamos a salir de la rotonda, tenemos que colocarnos en el carril exterior, señalizando adecuadamente la maniobra. Debemos tener en cuenta que el vehículo que circula por el exterior siempre tiene preferencia. Si cuando vamos a cambiar de carril, este está ocupado por otro vehículo, debemos dar otra vuelta a la rotonda para poder salir con seguridad.

No olvidar el intermitente. Es uno de los errores más frecuentes al entrar en una rotonda. Muchos conductores desconocen cómo usarlos en estos casos. Solo es necesario su uso al salir y al cambiar de carril. No son necesarios ni al acceder ni para indicar que vamos a seguir circulando por ella.

Ciclistas en grupo, un solo vehículo. Son usuarios vulnerables de la vía y, cuando circulan en grupo, debemos verlos como un solo vehículo. Por eso, en cuanto el primero de ellos entra o sale de una rotonda, el resto tiene la preferencia, incluso sobre los vehículos que ya circulan por la glorieta. Muchos conductores desconocen esta importante norma.

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