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“Gracias al simulador, los alumnos pueden sacarse el carnet de conducir habiéndose enfrentado a situaciones de todo tipo”

Las nuevas tecnologías ayudan a la formación, el aprendizaje resulta más dinámico y completo. Y las clases son más baratas.

Simulador para conductores profesionales.
Simulador para conductores profesionales.
Heraldo

Simuladores o realidad virtual. Algunas autoescuelas aragonesas ya se ayudan de las nuevas tecnologías para completar su formación. Y es que, como explica Fernando Viñuales, delegado de la Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Logística, Transporte y Seguridad Vial (Formaster) en Aragón, “en las prácticas convencionales, generalmente, los alumnos no pueden enfrentarse a todo tipo de situaciones excepcionales. Sin embargo, los simuladores sí pueden recrearlas”. Eso sí, esta tecnología, en palabras de Viñuales, “todavía no está incorporada en la mayoría de las autoescuelas”.

ACF Innove, ubicado en Huesca, es uno de los centros de formación aragoneses que sí cuenta con simuladores en sus instalaciones. “En 2006, incorporamos un simulador de grúa. Hace cinco años, el de vehículo ligero, con el que hemos logrado acelerar el aprendizaje de los nuevos conductores, y ahora, recientemente, hemos adquirido un simulador para conductores profesionales. Este último, del que en España tan solo hay cuatro iguales, dos en el sector de la defensa y otro en Madrid, podemos programarlo hasta para 40 vehículos diferentes, desde furgonetas hasta megacamiones”, indica Viñuales, que es el gerente de este centro de formación. “Y ya estamos pensando en apostar por un simulador para carretilla”.

“Hemos observado que el aprendizaje se enriquece porque los alumnos pueden enfrentarse a diversas situaciones simuladas, como pueda ser el conducir de día o de noche, con nieve, con viento o con lluvia, o conocer cómo deben reaccionar ante determinados imprevistos”, asegura Viñuales. “El alumno se sienta en el simulador, que recrea el vehículo, y es tal la inmersión que, por ejemplo, un día, mientras lo estábamos testeando, la chica que lo estaba probando se asustó tanto al tener un accidente simulado que incluso nos dijo que le dolía un poco la espalda. Cuando, realmente, todo había sido simulado y ella ni se había movido”.

El simulador para conductores profesionales de una autoescuela oscense.
El simulador para conductores profesionales de una autoescuela oscense.
ACF Innove

“Al final, gracias al simulador, los alumnos pueden sacarse el carnet de conducir habiéndose enfrentado a situaciones de todo tipo”, asevera Viñuales. “Y sobre todo lo que acelera el aprendizaje es que el primer día no están tan nerviosos porque es una situación simulada. Así, cuando llegan a la primera práctica ya no se sienten tan tensos”.

“Además, el precio de estas clases hace que nuestros alumnos vayan al examen con más horas de clase hechas”, indica el gerente de ACF Innove. “Y es que el componente económico condiciona mucho a la hora de sacarse el carnet de conducir”. Concretamente, media hora en el simulador de vehículo ligero cuesta 6 euros, sin IVA; mientras que una clase práctica de 45 minutos tiene un coste de 26 euros más IVA. “Es decir, que con el precio de una clase práctica el alumno puede hacer tres de simulador”.

Eso sí, las clases en el simulador son un recurso para que el alumno aprenda de forma autónoma. “El profesor sí puntualmente revisa y corrige algunas acciones, pero logramos que tengan ese precio porque no se tiene a un profesor particular contigo todo el tiempo”, anota Viñuales.

Realidad virtual para aprender la parte teórica

Las nuevas tecnologías no solo se utilizan en las autoescuelas para las clases prácticas, sino también para la teoría. El ejemplo está en la Autoescuela Zaragoza RACC. “Gracias a la realidad virtual, la teórica se aprende de una forma más dinámica”, explica Silvia Gasque, gerente de la misma. Concretamente, en este centro, los alumnos, a través de unas gafas de realidad virtual, visualizan las situaciones.

“Lo pusimos en marcha hace unos cinco años y hemos logrado que los alumnos vuelvan a las clases. Ya no solo hacen los test y se presentan al examen”, afirma la misma. “Además, adquieren una mínima experiencia práctica, ya que al menos se visualizan en las situaciones. Por ejemplo, se visualizan dentro de una rotonda o aprenden qué deben mirar por los espejos. Por eso, ahora que muchos alumnos deben esperar bastante tiempo hasta que logran presentarse a los exámenes, les ofrecemos, de forma gratuita y no obligatoria, unos vídeos explicativos a través de la realidad virtual para enseñar las primeras lecciones antes de coger el coche. Dinamiza la espera.”

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