Aragón

La Unión Europea certifica la "excelente calidad" del agua del pantano para el baño

ASDEN recela de las investigaciones y exige que los análisis sean exhaustivos.

El pantano de la Cuerda del Pozo, en una imagen de archivo
Mariano Castejón

El agua del pantano de la Cuerda del Pozo es considerada de "excelente calidad" para el baño, según la calificación de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Por quinto año consecutivo recibe la máxima distinción en los análisis que lleva a cabo este organismo de la Unión Europea, que examina más de 21.000 zonas de baño del continente. El 96% de todos estos puntos cumplió las normas mínimas de calidad del agua y más del 84% alcanza el nivel de excelencia que en Soria reciben cuatro lugares del embalse: Vinuesa, Cidones y dos del término municipal de la capital.


La quinta zona de baño estudiada en Soria se ubica en el río Duero a su paso por San Esteban de Gormaz. En este caso se considera un año más de "buena calidad", un escalón por debajo pero también en cumplimiento de todas las exigencias mediambientales que mandata la legislación europea. En toda Europa, solo las aguas de 385 zonas de baño fueron consideradas de calidad insuficiente en 2015. El porcentaje de puntos cuya calidad se calificó de "excelente" pasó del 78 % en 2011 al 84% en 2015. El organismo apunta que "los esfuerzos" de la Unión Europea para garantizar unas aguas de baño "limpias y sanas" comenzaron hace 40 años con la adopción de la primera Directiva sobre las aguas de baño. El informe anual publicado la semana pasada pone de manifiesto "el valor de la legislación y de los años de inversiones en infraestructuras de tratamiento de aguas residuales y otras medidas de reducción de la contaminación".


Cinco serán otra vez este verano las zonas de baño naturales autorizadas por la Junta de Castilla y León en Soria. Cuatro en Cuerda del Pozo, en Soria (Playa Pita y Cabañas), Cidones y Vinuesa. La restante, en San Esteban de Gormaz. La temporada arranca el 15 de junio y finalizará el 15 de septiembre.


ASDEN prefiere mantenerse al margen de esta calificación, justificándolo en su desconocimiento de cómo, qué y dónde se ha analizado el agua. Pese a ello, su portavoz, Carlos González, deja alguna pincelada sobre la opinión del colectivo ecologista sobre el agua del embalse y los estudios tramitados. "En materia de cianobacterias, si se quieren encontrar sabemos dónde buscarlas. Pero si no se quieren encontrar, también sabemos dónde analizar para no econtrarlas".


El portavoz recuerda que varios informes, desarrollados en diferentes años y por diversos organismos como encargo de las administraciones públicas, detectaron cianobacterias y alertaron "del peligro" para el baño. "Esos estudios también decían que de manera natural no se iba a solucionar. ¿Se han hecho las captaciones en los mismos sitios que se hicieron entonces? ¿Se han encontrado cianobacterias? Porque si no se han buscado, mal se va a saber si las hay", insiste.


González habla de un primer informe de 1998, elaborado por Ondagua, "que ya decía que había órganos derivados de las cianobactarias". Un año después, en 1999, la Universidad Complutense de Madrid presentó un primer avance de un estudio encargado, remarcaba "la presencia de cianobacterias y que son peligrosas". El texto completo, de 2000, ratificaba esas líneas previas, amplía el portavoz de ASDEN.


En 2001, Cedex, centro de estudios dependiente del Ministerio de Fomento, "emplazó a tomar medidas para erradicar" estas algas "como el vallado para impedir el acceso de vacas o la instalación de bebedores en el exterior".


Posteriormente, el Instituto de Salud Carlos III, adscrito al Ministerio de Hacienda, abordó el asunto en la misma línea. Así, ASDEN estima que "estudios técnicos de garantía" elaborados por organismos públicos ya han puesto en evidencia la calidad del agua. De ahí que exija estudios exhaustivos.