La Casa Real británica zanja con una nota los rumores sobre la salud de Kate Middleton
La ausencia del príncipe Guillermo a varios actos oficiales hizo saltar las alarmas sobre la salud de su mujer y los rumores no tardaron en aparecer en redes sociales y medios de comunicación.
El secretismo que impera en Windsor respecto al estado de salud de Kate Middleton, sumado a la ausencia del príncipe Guillermo en el funeral por Constantino de Grecia el pasado miércoles, disparó los rumores sobre un empeoramiento del estado de la princesa. Por ello, desde la casa real se han visto obligados a emitir un comunicado para tratar de silenciar las especulaciones. "Fuimos muy claros desde el principio en que la princesa de Gales estaría fuera hasta después de Pascua y el palacio de Kensington solo proporcionaría actualizaciones cuando algo fuera significativo", expresó de manera rotunda.
La última aparición pública de Kate Middleton tuvo lugar el 25 de diciembre durante la misa de Navidad a la que acudió la familia real al completo. Tres semanas después, desde el palacio de Kensington emitió un escrito para pedir la mayor "normalidad" posible en la recuperación de la princesa de Gales y el "deseo de que su información médica personal permanezca privada". Sin embargo, el silencio parece que solo han servido para que aumente la inquietud sobre su estado de salud.
Una vez en casa, el 29 de enero, desde palacio se informó de que la princesa de Gales tenía "buenos progresos" y aprovecharon para "agradecer enormemente a todo el equipo de la Clínica de Londres" y en especial al "personal de enfermería" por la "atención brindada". Además, advirtieron de que solo publicarían información cuando hubiera algo "significativo para compartir".
Estas especulaciones han llegado desde muchos medios, tanto británicos como extranjeros, y han sido de todo tipo, se ha llegado a especular con un problema de salud mental, con un cáncer, con que había estado en coma en el postoperatorio y con que padecía la enfermedad de Crohn. Pero ninguna de las noticias ha sido confirmada ni desmentida por la Casa Real, que pasa por unos duros momentos debido a la enfermedad del rey Carlos III y el golpe de la inesperada muerte a los 45 años de Thomas Kinsgston, marido de lady Gabriella Windsor, prima segunda del rey Carlos III.
El silencio sobre el estado de salud de Kate es el imperativo en la familia real británica y los diferentes comunicados emitidos, lejos de apaciguar las aguas y la preocupación, parece que solo han servido para que aumente la inquietud por la que actualmente es uno de los miembros más queridos de la familia.
