El material que explotó en Beirut habría llegado en 2013 en un barco ruso y fue abandonado pese a los avisos de peligro

El presidente del Líbano, Michel Aoun, atribuye las explosiones a una negligencia que promete sancionar con "el castigo más severo".

05 August 2020, Lebanon, Beirut: A general view of the destroyed port a day after a massive explosion rocked Beirut, killing at least 100 people and injured thousands. Photo: Marwan Naamani/dpa05/08/2020 ONLY FOR USE IN SPAIN [[[EP]]] 05 August 2020, Lebanon, Beirut: A general view of the destroyed port a day after a massive explosion rocked Beirut, killing at least 100 people and injured thousands. Photo: Marwan Naamani/dpa
Estado en el que ha quedado la parte del puerto de Beirut donde estaba el hangar con el material explosivo.
Marwan Naamani/DPA

El Líbano recibe muestras de solidaridad de la comunidad internacional mientras se enfrenta a las consecuencias de la devastadora explosión que este martes arrasó el puerto de Beirut, el principal del país, y que hasta el momento ha causado 100 muertos y más de 4.000 heridos, según la Cruz Roja.

Al parecer, un barco de propiedad rusa que acabó siendo abandonado habría llevado hasta la capital del Líbano el nitrato de amonio que, según las autoridades, causó el desastre, según han informado medios internacionales como la cadena de televisión árabe Al Yazira o el diario 'The Times', según recoge elDiario.es.

Las 2.750 toneladas de este producto químico utilizado para fertilizantes llegaron en un buque de carga ruso con bandera de Moldavia llamado 'Rhosus' en 2013. En concreto, 'The Times' cita que la nave era propiedad de Igor Grechushkin, un hombre de negocios ruso que reside en Chipre. "Debido a los riesgos asociados" a la retención del nitrato de amonio a bordo del buque, las autoridades portuarias descargaron el material en el Hangar 12 del puerto, una gran estructura gris completamente destrozada tras las explosiones.

Según Al Yazira, las autoridades de la aduana libanesa alertaron en varias ocasiones del peligro que suponía mantener el cargamento en el puerto y pidieron soluciones sin éxito a lo largo de los años.

Horas después del terrible suceso, el presidente del Líbano, Michel Aoun, ha atribuido las explosiones a una negligencia que ha prometido sancionar con "el castigo más severo".

"Estamos decididos a seguir adelante con las investigaciones para exponer las circunstancias de lo ocurrido lo antes posible, para hacer que los responsables y los negligentes rindan cuentas y sancionarlos con el castigo más severo", ha dicho en un discurso pronunciado este miércoles tras la reunión del gabinete de crisis.

De esta forma, Aoun ha venido a confirmar que la causa de las explosiones sería una negligencia relacionada con las 2.750 toneladas de nitrato de amonio acumuladas en uno de los almacenes del puerto, que habrían ardido por las precarias condiciones de seguridad en el lugar, de acuerdo con la prensa libanesa.

"Es inaceptable que un cargamento de amonio estimado en 2.750 toneladas esté seis años en un almacén sin medidas preventivas de ningún tipo", ha denunciado horas antes el primer ministro, Hasán Diab, que también ha reclamado "las mayores penas" para los responsables.

Asimismo, con ello quedaría descartada la hipótesis de una acción deliberada que deslizó el martes el propio Diab al declarar públicamente que los responsables "pagarán el precio".

Aoun anunció el martes la creación de una comisión de investigación que en el plazo de cinco días debe presentar sus conclusiones al Gobierno, las cuales -ha precisado este miércoles- serán remitidas a las autoridades judiciales, según recoge la agencia de noticias NNA.

Petición de ayuda internacional

Por otro lado, el mandatario libanés ha pedido a la comunidad internacional que acelere el envío de ayuda para paliar este "desastre". "Me gustaría dar las gracias a los funcionarios de países amigos que nos han llamado (...) ofreciendo su ayuda. Les pido que la aceleren", ha dicho.

En concreto, ha indicado que los hospitales locales necesitan apoyo urgente y a una rápida reconstrucción del puerto de Beirut, principal punto de entrada de las importaciones de alimentos y otros productos básicos, "especialmente ahora que el Líbano está atravesando una crisis económica sin precedentes", así como de los edificios dañados, que han dejado a más de 200.000 personas sin hogar.

Aoun, que este miércoles ha visitado la 'zona cero', también ha tenido unas palabras de aliento para los libaneses, mostrándose consciente de que este suceso ha tenido lugar en un momento en el que país atraviesa una grave crisis económica -la peor desde la guerra civil (1975-1990)- que se teme que pueda degenerar en una crisis humanitaria.

"No hay duda de que el impacto es tremendo entre todos los libaneses, a los que hoy les pido que muestren solidaridad entre ellos para superar, juntos, los catastróficos efectos, que van mucho más allá de la resistencia que ha mostrado el Líbano durante las duras circunstancias económicas y sanitarias que atraviesa", ha pedido.

A pesar de que "no hay palabras para describir el horror del desastre que alcanzó Beirut la pasada noche, convirtiéndola en una ciudad azotada por el desastre", Aoun ha resaltado la reacción de los libaneses que acudieron a socorrer a las víctimas y el trabajo de los equipos de emergencias.

"En estos momentos, mi corazón y mis sentimientos están con las familias de los mártires, a las que extiendo mis sinceras condolencias, y pido a Dios que cure a los heridos, sane los corazones rotos y nos dé la energía y resolución para permanecer juntos, en solidaridad, para hacer frente a las dolorosas heridas que han desfigurado Beirut", ha concluido. 

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