Internacional

Nuevos métodos de detención en Nueva York y Minneapolis

Se elimina el aprisionamiento del cuello de una persona para inmovilizarla, como ocurrió con Floyd, se ordenan medidas disciplinarias y se harán auditorías civiles

Protest in wake of George Floyd's death, in New York
ALBA VIGARAY

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, consideró este sábado que la muerte de George Floyd constituye un "punto de inflexión" para que este Estado encare los excesos policiales, especialmente con la población afroamericana. El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, coincidió en que "éste es un momento en el que podemos cambiar totalmente la manera en la que opera nuestro departamento de policía".

Las instituciones que representan son las primeras de Estados Unidos que acaban de ordenar a sus fuerzas de seguridad, en un gesto inédito, que cambien las prácticas de detención, una de las cuales, el aprisionamiento del cuello de una persona para mantenerla inmovilizada -la maniobra que llevó a la muerte a George Floyd por asfixia- queda eliminada. Otros ayuntamientos y Estados sopesan también reformar el modo en que la Policía lleva a cabo los arrestos para evitar casos de brutalidad y abuso.

Minneapolis prohíbe desde el viernes hacer uso de la técnica de los estrangulamientos en las detenciones y Nueva York lo habrá en breve en todo el Estado. En numerosos departamentos de policía del país, esta práctica está prohibida o restringida únicamente a casos de especial peligrosidad. Pero en la ciudad donde falleció Floyd, no. Allí suele ser habitual -la media es un caso a la semana- y más con la población afroamericana.

Dos tercios de los sospechosos inmovilizados por estrangulamiento desde 2012 han sido negros, según un estudio que desveló la CNN. Y el 14% de ellos perdió el conocimiento. En el caso de Floyd, no hay una explicación aparente de por qué el agente Derek Chauvin atenazó al hombre por el cuello cuando no había riesgo alguno -se le acusaba de usar un billete falso para pagar un paquete de tabaco- y persistió en su actitud aun cuando Floyd le dijo que se estaba ahogando.

Jacob Frey explicó que, pese a que el cuerpo lo dirige un jefe experimentado en discriminación racial dentro del Cuerpo, hasta ahora no había sido posible tomar esta medida tan determinante. El alcalde ha ordenado también que los agentes intervengan si un agente utiliza esta técnica y que solo el jefe de la Policía de Minneapolis autorice el uso de armas de control de multitudes como, por ejemplo, balas de goma y gases lacrimógenos.

El texto precisará la ratificación de un juez para entrar en vigor, ordena también que se impongan las medidas disciplinarias oportunas. Asimismo, permite auditorías civiles de las imágenes procedentes de las cámaras corporales de los agentes.

Reformas contra la "brutalidad policial"

En cuanto a Nueva York, el gobernador del Estado, Andrew Cuomo, ha anunciado la misma medida en el marco de una agenda de reformas que quiere emprender contra el "patrón continuo de brutalidad policial" contra comunidades minoritarias en todo el país como telón de fondo. También quiere prohibir y convertir en delito los "falsos informes basados en la raza" del artículo 911, así como designar al fiscal general de Nueva York como un fiscal independiente para los asuntos relacionados con las muertes de civiles desarmados causadas por las fuerzas de seguridad.

"La muerte del señor Floyd fue el punto de ruptura de una larga lista de muertes que fueron innecesarias y abusivas, y las personas están diciendo basta, debemos cambiar y debemos acabar con este abuso", ha indicado Cuomo en rueda de prensa. A juicio del gobernador, "detener el abuso policial reivindica a la abrumadora mayoría, el 99,9%, de la Policía que quiere hacer lo correcto".

Imputados por agresión los agentes que tiraron a un anciano

Los dos policías que empujaron a un anciano en Buffalo (Nueva York) -Martin Gugino, que está hospitalizado en estado estable- en una protesta contra el racismo, provocando que cayera al suelo y se golpeara la cabeza haciéndose una herida, fueron imputados por un delito de agresión en segundo grado.

Los dos agentes, identificados como Aaron Torglaski, de 39 años, y Robert McCabe, de 32, son miembros de un equipo antidisturbios. El resto de sus integrantes ha renunciado a seguir formando parte del mismo -aunque mantendrán sus empleos- en solidaridad con ellos, al alegar que solo cumplieron órdenes.

Este sábado se declararon no culpables en el primer acto formal de este proceso y volverán a comparecer ante el juez el 20 de julio. En su contra pesa un vídeo que recoge toda la escena -donde se aprecia que hay más agentes, porra en mano, que manifestantes- y ya ha se ha expandido por las redes sociales.