Internacional

Un día entre tensión y bailes para calmar a los niños a bordo del Aquarius

Los migrantes fueron agrupados por familias para un largo viaje de 1.300 kilómetros todavía sujeto a las condiciones meteorológicas.

Reparto de alimentos a bordo del Aquarius.
Efe

De la posibilidad de un viaje a las Islas Baleares en un hacinado buque a la composición de una flotilla que, como el viaje de Colón, tendrá tres barcos en busca de un nuevo mundo para la mayoría de sus ocupantes. La jornada del lunes a bordo del Aquarius estuvo marcada por momentos de tensión y nervios a flor de piel entre migrantes "exhaustos y agotados de esperar" que dieron paso al primer esbozo de un futuro cuando, al fin, conocieron que tenían un puerto de destino: Valencia.

Según fuentes de Médicos Sin Fronteras, la madrugada no fue fácil. "Interpretaban la ausencia de movimiento y noticias como un posible riesgo de volver a Libia". A las amenazas de uno de los migrantes por lanzarse por la borda se sumaron los encontronazos en cubierta que Sara Alonso, periodista de RNE en el buque, narró así: "Los nervios afloran y son difíciles de controlar". Mientras, en el refugio, donde permanecían las mujeres y los niños, "la incertidumbre se gestionó con música y baile".

Al amanecer, llegaron provisiones a bordo. Las acercaron embarcaciones de emergencia italianas. Leche, agua, alimentos y otras medicinas para un buque.

Mientras la vida se abría paso en el Aquarius, se sucedían las conversaciones, pactos y planes a muchas millas. Sobre las 13.00, el Aquarius recibió al fin instrucciones claras del Centro de Salvamento Marítimo italiano. El navío de rescate se iba a quedar con algo más de 100 inmigrantes y los 500 restantes se repartirían en dos embarcaciones, la 'Luigi Dattilo' de la Guardia Costera y 'Orione', un barco de guerra de la Marina italiana. El país que negó puerto, pone medios para que el problema se aleje de sus fronteras.

La idea de recorrer 1.300 kilómetros hasta Valencia no terminó de satisfacer a los cooperantes a bordo del Aquarius. Sabían que es la única solución para llevar a puerto a sus rescatados, pero temían que su ausencia frente a las costas de Libia dejé sin opción a otros náufragos y 'pateras' en serios apuros.

La transferencia de inmigrantes desde el Aquarius comenzó sobre las 16.00 y concluyó cuatro horas después. En esta embarcación se quedaron finalmente 51 mujeres, 45 hombres y 10 niños tras una reorganización por familias.

A los tres buques les espera ahora un trayecto naval de aproximadamente tres días y medio. Las primeras previsiones climáticas son buenas, pero si hay mala mar o tormentas, el trayecto se podría retrasar hasta doce horas o más.