Descubre la trufa: las mejores rutas de bares restaurantes para saborearla
El concurso ofrece propuestas de tapeo por el Tubo y el centro, platos y menús en restaurantes o turismo por la provincia de Zaragoza.
'Descubre la trufa' es el concurso de tapas, raciones y platos más importante de Zaragoza para la promoción y difusión de las cualidades gastronómicas de la 'tuber melanosporum'. Además, se puede convertir en una interesante experiencia de trufiturismo disfrutando de las propuestas de los 58 establecimientos que participan en la octava edición.
Hasta el 11 de febrero todavía es posible vivir esta experiencia que supone, sobre todo, un disfrute para los sentidos. Darle a la trufa un aire turístico, además de gastronómico, es a lo que invita este reportaje, que en forma de pequeñas rutas sugiere acercarse a la 'tuber melanosporum' de forma diferente. Va a ser difícil citar a todos los establecimientos que participan, pero la lista se puede consultar aquí.
La primera ruta es muy de tapeo y se desarrolla por el Tubo y aledaños. Se han animado bastantes establecimientos con recetas muy diferentes. Por ejemplo, están el cardo con bechamel, de Casa Uli, y las albóndigas con salsa de almendras, de El Truco. En los dos casos la trufa va rallada. “Me gusta más que laminada”, sugiere Mario Cobretti.
En Mestiso, la cocinera Sonia Herrero prepara una carrillera de cerdo y parmentier trufada. “Está elaborada a baja temperatura para que sea cómoda de comer; delante del cliente rallamos la trufa en el momento de servirla”, explica.
Más contundentes son los huevos tontos sobre una crema de cebolla semi dulce y borraja en tempura de La Gerencia del Tubo. La suya es una buena ración para compartir. Es uno de los platos que más éxito tiene en este local con la trufa rallada por encima.
No hay que desplazarse mucho para disfrutar en la taberna L'Albada de la impresionante alcachofa confitada con jamón de Teruel y 'tuber melanosporum' de Loscos. Pietro Ruiz le tiene muy bien cogido el punto a esta receta. Y cerca de este establecimiento no hay que perderse la croqueta de borraja de Windsor. Sin salir del centro de Zaragoza, en la plaza del Carmen, la taberna Entrebellotas ofrece un exquisito huevo poché trufado.
Otra ruta se puede hacer de la mano elaboraciones singulares. Lo es, sin duda, el carpaccio de picaña con 80 días de maduración de Mazmorra by Macera, que además de la trufa incorpora queso Patamulo, azafrán del Jiloca o alcaparras de Ballobar. Muy especiales también son las gyozas de gambas y trufa negra acompañadas de nueces en escabeche, de Mai Tai, o el calzone carciofo trufatto de la pizzería 22.2 Gradi.
Nuestra protagonista encaja bien con la casquería y en ese escenario se mueve el saquito de manitas trufadas de El Bandido, mientras que el la Escuela de Hostelería Topi se han animado con un steak tartar trufado. Con el pescado también hace buenas migas, o eso piensan en el restaurante El Foro, donde presentan un tartar de trucha con trufa negra y aguacate.
Otra alternativa que ofrece este certamen es la posibilidad de sentarse a la mesa de un restaurante a disfrutar de grandes platos. Es lo que sucede en Goralai al probar el consomé de pato con ravioli de moscatel de Encinacorba y trufa negra. Qué intensidad de sabores.
La Scala se ha decantado por un elegante, sabroso y arriesgado suquet de bogavante con zamburiña, borrajas y trufa, mientras que el canelón de pato de El Candelas es una apuesta sobre seguro. También hay versiones mar y montaña, como la de Aragonia Palafox alrededor de crespillos de borraja, arroz, col lombarda y trucha Pirinea.
Finalmente, una forma más reposada de disfrutar de este hongo es en los establecimientos que ofrecen un menú. Son Lillas Pastia, de Huesca, que es el restaurante invitado en esta edición, El Cachirulo, La Olivada, Palomeque, Rodi (Fuendejalón) y hotel Castillo de Ayud (Calatayud).
Una última posibilidad es recorrer la provincia de Zaragoza buscando la trufa. En este sentido, las comarcas de Campo de Borja, Tarazona y Calatayud, son las que concentran una mayor oferta, aunque fuera de esta zona hay propuestas interesantes como El Caserío de Biel o Allucant, en Gallocanta.
