Un joven de 19 años elabora el mejor vino de nueces del Matarraña

Lyam Fryett, nacido en Alcañiz, gana el concurso de la I Fiesta del Vi de Nous y anima a los jóvenes a no perder esta tradición.

Lyam Fryett, ganador del concurso del vino de nueces.
Lyam Fryett, ganador del concurso del vino de nueces.
A. Toquero

La I Fiesta del Vi de Nous (Vino de Nueces) de la Comarca del Matarraña ha sido un éxito. Este vino casi ceremonial y de celebración forma parte de la tradición cultural y gastronómica de la zona. Sin embargo, en los últimos años se había ido perdiendo por falta de relevo generacional a la hora de elaborarlo.

Hace unos meses, en las jornadas 'Confitando el Territorio' organizadas por el hotel gastronómico La Torre del Visco, se debatió sobre la importancia de preservar este producto, y el pasado fin de semana esa reflexión se ha traducido en la primera fiesta/cata alrededor de este vino.

La sorpresa de los organizadores ha sido comprobar que se han presentado 20 vinos de nueces de familias del Matarraña y de otras zonas. No menos sorprendente ha sido conocer la edad del ganador: un joven de 19 años de Valderrobres que ha aprendido a elaborarlo en casa junto a sus abuelos.

Durante la fiesta del vino de nueces se cataron varios productos de la zona.
Durante la fiesta del vino de nueces se cataron varios productos de la zona.
A. Toquero

Lyam Fryett, que así se llama, es aragonés, nacido en Alcañiz, de padre inglés y madre de la comarca. El pasado domingo no pudo asistir a recoger el diploma y el premio, así que esta responsabilidad la delegó en sus abuelos, Esther Mañá y Antonio Ferrás, que también presentaron un vino al concurso, aunque el que finalmente ganó fue el suyo.

“La base del vino es muy parecida a la que yo he aprendido en casa y que utilizan mis abuelos, pero tanto en el proceso de elaboración como a la hora de utilizar alguna hierba, le doy mi toque personal”, comenta Lyam. Los ingredientes que se emplean son vino tinto “de nuestros viñedos”, una base de alcohol que permite parar la fermentación, azúcar y nueces.

La tradición en el Matarraña marca que este fruto seco debe recogerse verde en la noche de San Juan e incorporarlo así al vino. A partir de ahí, cada familia aporta su toque personal, que Lyam no está dispuesto a desvelar.

Víctor Enrique Vidal, organizador de la cata/concurso, destaca que en la degustación se tuvieron en cuenta varias fases: el color y lo turbio o claro que esté; la intensidad aromática; el equilibrio en boca entre la acidez y el dulzor, además de la persistencia, y la armonía, ya que “se busca que sea un licor no excesivamente alcohólico”.

Jemma Markham entregando el premio a la abuela del ganador.
Jemma Markham entregando el premio a la abuela del ganador.
A. Toquero

La fiesta estuvo muy animada en el complejo hostelero del santuario Virgen de la Fuente de Peñarroya de Tastavis donde se celebró la cata. Durante la misma hubo degustación de productos de la zona, y la charanga SSB puso la música y el baile.

El jurado no tardó mucho en tomar la decisión y fue la propietaria de La Torre del Visco, Jemma Markham, quien entregó el diploma a la abuela de Lyam Fryett y el premio: una comida o cena para dos personas en La Torre del Visco. “Me gustaría que lo disfrutasen mis abuelos, que son los que me han transmitido la pasión por las tradiciones de la comarca que quiero preservar; además, animaría a otros jóvenes de la zona a que hagan lo mismo para que no se pierdan”, comenta Lyam.

De momento, el vino de nueces no se comercializa. Este joven turolense, por ejemplo, tan solo ha elaborado cinco litros este año –“para el consumo en casa”, asegura–, aunque a partir de este concurso no descarta una producción mayor que pueda venderse como producto típico del Matarraña.

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