Un nuevo restaurante muestra que hay otro Matarraña con mucho encanto

Abre en el santuario de la Virgen de la Fuente de Peñarroya de Tastavins de la mano del hotel La Torre del Visco.

Montaje de mesas para un evento en el claustro del santuario de Peñarroya.
Montaje de mesas para un evento en el claustro del santuario de Peñarroya.
Alejandro Toquero

En el Matarraña hay vida más allá de Valderrobres, Calaceite o Beceite. Lo saben bien en Peñarroya de Tastavins, una localidad que vive con discreción el boom turístico de esta comarca, pero que también tiene mucho que mostrar. Especialmente, desde el 7 de julio.

Desde esta fecha funciona a pleno rendimiento toda la maquinaria del emblemático santuario de la Virgen de la Fuente, parada obligada para muchos peregrinos que hacen el Camino de Santiago. El interior del santuario alberga la oficina de turismo y el Centro de Interpretación del Porcino. Desde hace meses también se puede hacer noche en la hospedería, cuyas habitaciones han sido reformadas completamente, y desde hace siete meses se ofrece un servicio de bar y cafetería los fines de semana.

Lo más novedoso es que esta oferta se completa con la apertura del restaurante del santuario, una aventura en la que se ha embarcado Jemma Markham, propietaria del hotel La Torre del Visco (Fuentespalda. Teruel). Para ella, el santuario es un lugar muy especial. La familia que le vendió la finca de La Torre del Visco es de Peñarroya “y el trato con ellos siempre ha sido magnífico, así que mantengo un vínculo emocional muy cercano y supone un interés añadido para darle vida al santuario”.

Eso sí, desde el primer momento deja claro que los dos proyectos “son independientes”, aunque ambos tienen su sello: calidad, apuesta por lo local y disfrute sin prisas. Una experiencia para vivir en un entorno de paz y tranquilidad.

“Cuando llegué hace 30 años al Matarraña, mi marido y yo éramos clientes habituales del santuario; tengo unos recuerdos maravillosos de aquellos momentos, pero el lugar ha pasado por altibajos y el restaurante estaba cerrado desde hacía tiempo, así que en este proyecto se han juntado esa parte más sentimental y la visión de que puede ser un establecimiento hostelero complementario al de La Torre del Visco”.

Así de claro lo tiene Jemma, que de la mano del Ayuntamiento de Peñarroya de Tastavins ha puesto todo su empeño para que el restaurante reabra sus puertas y, de esta forma, todo el complejo esté a pleno rendimiento.

En el interior del santuario hay un comedor para las comidas.
En el interior del santuario hay un comedor para las comidas.
Alejandro Toquero

El bar y la cafetería, que solo abrían el fin de semana, funcionan todos los días con su carta de tapas variadas que se pueden degustar en las mesas que hay alrededor del claustro. Pero el servicio que llega con más novedades es el del restaurante. Irma Río es la gerente y explica que se han creado dos espacios para dar de comer y de cenar. A mediodía, en la primera planta, en dos salones con vistas al claustro y al campo. Por las noches, las cenas se ofrecen alrededor del claustro.

“Hemos establecido un límite de alrededor de 30 comensales porque queremos que la atención sea exquisita y que los clientes disfruten de una experiencia que recuerden durante mucho tiempo”, comenta Irma. Por ello también es imprescindible reservar (604 440 203 o reservas@santuariovirgendelafuente.com). El restaurante está abierto de jueves a lunes y cierra los martes y miércoles.

Montaje de una mesa en el comedor del restaurante
Montaje de una mesa en el comedor del restaurante
Alejandro Toquero

Al frente del equipo de cocina está Aarón Expósito que ha preparado una carta a precio cerrado (48 euros. No incluye la bebida) en la que los productos de la zona y de temporada son los grandes protagonistas. “La base es el recetario del entorno -explica Irma Río-, incluso hemos preguntado a muchas mujeres de la comarca para elaborar algunos platos, pero dando nuestro toque personal”.

Hay una carta seleccionada de vinos del Matarraña y de la Terra Alta, y para los niños se ofrece un menú infantil saludable. Todos los postres son caseros, vistosos y muy bien trabajados.

Con la apertura del restaurante también se va a potenciar la organización de eventos, como bodas o cualquier otra celebración. “No tenemos menús cerrados -asegura Jemma-, nuestra idea es ofrecer propuestas totalmente personalizadas al gusto de cada cliente”.

La ermita desacralizada, con su techumbre mudéjar de madera a dos aguas, decorada con motivos heráldicos, geométricos y vegetales, es, sin duda, uno de los espacios más atractivos donde van a brillar con luz propia todo tipo de eventos. Una visita muy recomendable.

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