gastronomía
El restaurante Rodi cumple 55 años fiel a una tradición innovadora en Fuendejalón
Este restaurante de la carretera de Fuendejalón fue galardonado con el Premio Alimentos de España.
"Empezamos a hacer una casa nueva en el pueblo, en unos pajares, cuando mi padre tuvo un accidente con el tractor en el campo, porque somos una familia de agricultores. Entonces al albañil se le ocurrió que podían poner una fonda". Así comienza la historia de Rodi, un restaurante de Fuendejalón que ahora cumple 55 años. Con el tiempo, el concepto de alojamiento se perdió y se centraron en el bar.
El nombre de Rodi viene de Rodríguez y Diago, los apellidos de Joaquín y Avelina, fundadores de este establecimiento. A los 14 años, su hija Blanca decidió implicarse en la gastronomía: "Me gustaba el bar y me empeñé en dedicarme a esto". Ahora lo gestiona junto a su hermana Mari Carmen y con la complicidad de su hermano Joaquín, dedicado a la agricultura.
Esa vinculación directa con el campo les ha brindado la posibilidad de elaborar una cocina muy tradicional. "Hasta el tomate frito lo hacemos en casa –asegura Blanca–, todo es kilómetro cero". Son recetas que han heredado de su madre y abuela.
Los jarretes al aroma del Moncayo, el Ternasco de Aragón al horno, las carrilleras al vino de garnacha con chocolate y la lubina a la sal de garnachas son platos por los que preguntan los comensales continuamente y que se han convertido en estrellas de la carta –algunos, bajo encargo–. "Esos no los puedo quitar, los tengo invierno y verano", ríe Rodríguez. Y el bacalao a la baturra, una receta del escritor culinario Teodoro Bardají que adaptó la propia Blanca.
En cuanto a los postres destacan los helados caseros, como el garnacha, o las cañicas rellenas, típicas de esta localidad de la comarca del Campo de Borja. A diario no faltan los desayunos y los almuerzos para fuendejaloneros y para todo aquel que pasa por la carretera.
Además de su faceta de restaurante, ofrecen un conjunto de productos gourmet: los garnachicos, sal al aroma del Moncayo, sal de garnacha, el chorizo y la longaniza, para la que mantienen su fórmula familiar. "Empezamos con estos proyectos en 2014 y lo último han sido las yemas trufadas", comenta Rodríguez. A pesar de la innovación que puede envolver a estas propuestas, también son naturales y elaboradas con las técnicas de siempre.
El encanto garnachico
- La Sal de Garnacha Rodi nació en 2014. Dentro de España, esta sal, producida con las mejores materias primas y garnacha 100%, ya se comercializa en Aragón, País Vasco, Navarra, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, Cataluña, Asturias y también ha dado el salto a la gran distribución para la alimentación gourmet. Está elaborada con delicados pétalos de sal de manantial y fusionados con la elegancia del vino de garnachas centenarias del Campo de Borja, es un producto con personalidad, intenso aroma y fina textura.
- Los Garnachicos de Fuendejalón nacieron en 2015 y es el único mazapán del mercado elaborado con vino de garnacha 100%. Son deliciosos y finos mazapanes de vino de garnacha centenaria, con un toque de sal, elaborados de forma artesanal y producidos con las mejores materias primas.
Toda esta trayectoria y su filosofía les hizo merecedoras del Premio Alimentos de España, del Ministerio de de Agricultura, Pesca y Alimentación en 2020-2021. "A pesar de que no se pudo celebrar en condiciones por la pandemia, fue un reconocimiento nacional que nos dio un subidón", rememoran con felicidad las hermanas Rodríguez.
