El estadillano Vivette, en el olimpo de los blancos
Este vino de la bodega oscense Leo&Niné ha sido el único español premiado con un oro en Le Mondial des Vins Blancs de Estrasburgo
En la joven bodega Leo&Niné Wines, de Estadilla, están de celebración. Su Vivette ha sido laureado en Le Mondial des Vins Blancs de Estrasburgo, de hecho, tal y como celebran, "ha sido el único vino blanco español premiado con Medalla de Oro en la categoría gewurztraminer", que se celebró el pasado mes.
Vivette (11,90 euros) es un vino 100% de esa variedad. A la copa llega con un tono amarillo pálido, con ciertos reflejos dorados. Se percibe delicado gracias a sus aromas florales combinados con frutas dulces. Y en boca es suave y fresco, además de untuoso y cremoso.
El proceso de elaboración es metódico. Tras la conseguir el mosto del suave prensado, la fermentación se desarrolla en depósitos de acero inoxidable a muy baja temperatura durante dos semanas. Es entonces cuando se trasiega y el vino permanece cuatro meses con sus finas lías hasta el embotellado.
Le Mondial des Vins Blancs, que cuenta con un cuarto de siglo de experiencia en la organización de concursos internacionales de vinos, nació con tres objetivos: contribuir a la proyección internacional de viticultores de los cinco continentes; destacar su apasionante profesión, así como las tendencias enológicas; y celebrar las variedades de uva blanca y la riqueza de los viñedos del mundo.
Vivette, Compartir y Crush son las propuestas de esta bodega perteneciente a la D. O. Somontano. "Cada una de estas marcas traslada, con tan solo una palabra, un mensaje rotundo a su público que provoca un sentimiento y una emoción", apuntan desde Leo&Niné. "Aunque la vida es implacable con muchos desafíos y situaciones, hay que pararse, vivir (Vivette), Compartir los momentos y seguir estando enamorados (Crush) de lo que nos hace sentir vivos y felices", cuenta de sus vinos Alejandro Marcos, el dueño de esta bodega.
"Creamos vinos emocionantes y fáciles de beber que acompañan grandes historias, momentos y recuerdos". Leo&Niné nació como un proyecto desafiante y bajo la idea de dar "un giro moderno a una bebida tradicional y, sin embargo, impredecible, compleja y cautivadora".
Sus viñedos están bendecidos por el agua de deshielo, con una clara apuesta por lo artesano, como la tradición de la poda en invierno y el deshierbe en primavera de esos brotes rebeldes para airear la uva. Todo ello sin renunciar a la actualidad y a la innovación.
