gastronomía

El Colmado 1885 cierra el círculo de varias aperturas en la calle Alfonso

Forma parte del proyecto impulsado por el empresario Santiago Baselga junto al café de la antigua joyería Aladrén y una brasería.

El Colmado 1885 está en el número 15 de la calle Contamina.
El Colmado 1885 está en el número 15 de la calle Contamina.
A. Toquero

El Grupo 1885, al frente del que se encuentra el empresario Santiago Baselga, acaba de cerrar el círculo de recientes aperturas hosteleras en el entorno de la calle Alfonso con la puesta en marcha de un colmado inspirado en las tiendas de hace más de medio siglo. Por supuesto, lleva la identificación de 1885, como el renovado café donde estaba la joyería Aladrén con 137 años de historia, y la brasería que abrió sus puertas en septiembre en el número 15 de la calle Contamina.

Justo enfrente de este local, en la misma calle, es donde se encuentra el Colmado 1885. En definitiva, los tres están muy próximos, ya que la idea es que se produzca entre ellos una sinergia y se complementen. Eso sí, son bastante diferentes. El Café 1885 te lleva directamente al siglo XIX, mientras que la brasería evoca un lugar de comida popular, pero en las antípodas del 'fast food'. Por último, el colmado es un espacio moderno y funcional, no muy grande, pero con muchos rincones llenos de alimentos apetecibles.

Santiago Baselga explica que “la idea del colmado es que no sea una tienda al uso abierta permanentemente al público”. “Se trata –prosigue– de un escaparate en el que mostrar y vender la mayoría de los productos y elaboraciones que nos sirven nuestros proveedores y que ofrecemos en el café y en la brasería”.

El interior del local.
El interior del local.
A. Toquero

En este sentido, lo que se busca más bien es dar visibilidad a aquellas materias primas de calidad por las que apuesta el Grupo 1885. Además, a principio de 2023 se pondrán en marcha varias iniciativas en forma de experiencias gastronómicas que van a terminar de dar sentido al proyecto.

Santiago Baselga explica que estas experiencias “empezarán en el colmado con un aperitivo y con la explicación de todos los productos que allí se exponen; continuarán con la degustación de los platos más especiales de la brasería, como un pollo campero de Los Monegros macerado con distintas especias y elaborado en horno de carbón, y terminarán en la antigua joyería Aladrén de la calle Alfonso alrededor de un café de especialidad, de una tarta o de un cóctel”. En definitiva, con todos los negocios retroalimentándose.

Estas experiencias gastronómicas girarán, cada semana, alrededor de un alimento o de un proveedor de los muchos que se pueden ver en las vitrinas del colmado. Aragón, por supuesto, está muy bien representado con vinos especiales de todas las denominaciones de origen; también hay un rincón del azafrán, mermeladas artesanas y productos trufados de Teruel.

Los productos que se venden se pueden degustar en el establecimiento.
Los productos que se venden se pueden degustar en el establecimiento.
A. Toquero

En la zona refrigerada están los quesos de Biota, Teruel y el Pirineo, junto a un amplio surtido de embutidos y jamón turolense. En cualquier caso, también se mira al mundo con referencias singulares como la lata de 'kaviar' de salmón natural de Ucrania, de 400 gramos, “con la que se puede dar un aperitivo a 40 o 50 personas por un precio muy competitivo de 50 euros”.

Algunas de las elaboraciones que se cocinan en la brasería se terminan convirtiendo en productos de quinta gama, como el lingote de ternasco de Aragón con salsa de chocolate o la corvina. “Los clientes que los prueben tienen luego la oportunidad de llevárselos a su casa para disfrutarlos tranquilamente”, explica el propietario.

De esta forma, se cierra el círculo de un proyecto al que Santiago Baselga ha dedicado muchos recursos y en el que, sobre todo, ha puesto mucha ilusión.

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