gastronomía
Cómo hincar el diente al marisco
Tenazas, pinzas, cortamariscos, tenedores... el abanico de utensilios para comer los crustáceos es amplio.
Vas de invitado a casa de un familiar y el anfitrión deja sobre la mesa un puñado de utensilios, muy parecidos entre sí, pero que denotan que cada uno tiene su miga. Pese a la apariencia, no es la caja de herramientas de un manitas, ni los instrumentos de un quirófano. Son para comer marisco. Esta es una de las opciones más típicas en Navidad.
En estas fechas se incrementan las ventas de este tipo de piezas, tal y como confirman en El Corte Inglés de Zaragoza y como se puede comprobar si se visita cualquier sección de menaje de comercios y grandes superficies.
Los utensilios no cambian tanto en función del animal como de la parte que se desea comer, por lo que para un mismo ejemplar se pueden utilizar diferentes instrumentos, explican las mismas fuentes.
Las tenazas o cortamariscos acaban con las duras carcasas, pero sin dañar el interior. Las cucharas están indicadas para extraer de la forma más eficiente posible la carne de las zonas más anchas, como puede ser la parte nuclear de los centollos. En cambio, los tenedores de doble punta –o pinchos de marisco– son preferibles para las más estrechas, como las patas de los bogavantes. Estas piezas más finas son también apropiadas para mezclar el contenido de las cabezas.
Multiusos son las pinzas, con un agarre cómodo y dos partes de sierra, una para patas grandes y otra para patas delgadas.
Estos días también se pondrán sobre la mesa los abreostras, unos pequeños puñales dedicados a, como bien dice su nombre, abrir las conchas de las ostras con tan solo un toque. Incluso, masticadores, que se caracterizan por unas hojas rectas y otras dentadas que permiten triturar todo tipo de alimentos.
La horquilla de precios es tan amplia como la gama, en función de la marca y calidad. Oscilan entre 6 euros y 72, en el caso de las piezas más específicas. La firma riojana 3 Claveles –de larga tradición fundada en 1930– es de las más cotizadas en el mercado por sus cualidades y diseño. Si les falta alguno de estos útiles, todavía están a tiempo de pedir un juego de este menaje a Papá Noel o a los Reyes Magos.
