gastronomía
La Pasión despliega la alfombra roja para celebrar su 25 aniversario
La conocida cafetería ambientada en la Semana Santa de Zaragoza nació hace un cuarto de siglo y en este tiempo se ha convertido en un punto de encuentro.
El 4 de diciembre de 1997 Zaragoza despertó bajo un manto blanco. Ese jueves de intensa nevada fue el primer día de la Cafetería La Pasión. Un establecimiento único que atrapa y que este fin de semana desplegó la alfombra roja para celebrar estos 25 años de andadura.
Al otro lado de la barra está Chavi Luesma, alma del bar que dio los primeros pasos junto a otros dos socios. Luesma es cofrade desde los 5 años y esa pasión por la Semana Santa la ha llevado a las paredes del local. La singular decoración invita a mirar con detalle cada uno los carteles, fotografías, miniaturas y tallas. Una de las más queridas para Chavi es una dolorosa que perteneció a su tía y que con el mismo cariño que emoción cuenta su historia. También el cuadro con todas las medallas, que refleja armonía, respeto y fraternidad. Y, cómo no, el monaguillo de la entrada, convertido en un emblema.
La Pasión es un lugar único en Zaragoza y gran parte de España, ya que solo se ven algunos ejemplos similares en ciudades del sur. "Por aquí han pasado varias generaciones de cofrades, además de los parroquianos del barrio que son muchos", agradece Luesma. "Esto es un punto de encuentro, un hogar", lo define él y lo demuestra la fidelidad de sus clientes durante todos estos años.
En los inicios hubo nervios, por si la gente no entendía el concepto, pero pronto se disiparon con la exitosa inauguración, "y sin redes sociales", matiza. Durante estos años ha sido un respaldo para la Semana Santa, con la colaboración en tertulias, exposiciones, concursos de instrumentos, galas benéficas o publicaciones, lo que le ha hecho merecedor de reconocimientos de cofradías y asociaciones.
Para celebrar este cuarto de siglo han organizado una serie de sorteos con jamones, viajes, electrodomésticos o cenas, entre otros premios. Es curioso, pero cuando una procesión pasa a esta altura del número 47 de la calle Mayor, donde se encuentra, se ve cómo los cofrades giran su cabeza hacia la puerta de la cafetería porque para muchos es un lugar de referencia durante todo el año.
