gastronomía

Syriana Mayor: un viaje al corazón de Siria sin salir de Zaragoza

Tras el éxito del restaurante Syriana de Miguel Servet, Lian Alahmad y Yousef Shahibar inauguraban este jueves su segundo establecimiento: Syriana Mayor.

El equipo completo de Syriana Mayor.
El equipo completo de Syriana Mayor.
C.I.

Hace un año y medio, Lian Alahmad y Yousef Shahibar, dos jóvenes refugiados sirios, cumplían uno de sus sueños: abrir un restaurante de comida tradicional de su país. Y dónde mejor que en la ciudad que les había brindado una segunda oportunidad: Zaragoza. El local abrió sus puertas el 25 de abril de 2021, “semanas después del segundo confinamiento”, recuerdan-. El lugar elegido era el número 104 de la calle Miguel Servet de Zaragoza. Pronto se les quedó pequeño.

“Desde el principio la ciudad de Zaragoza se volcó con nosotros. Estuvimos varios meses con listas de espera de más de dos semanas”, reconoce Lian, emocionado. Así que la llegada de este Syriana Mayor, bautizado así por su ubicación -en el 28-30 de la calle Mayor, en el local que muchos años fue el restaurante La Yedra- y por el tamaño del local -que triplica la capacidad del anterior-, era muy esperada por muchos.

El nuevo local, decorado y ambientado, aseguran, como cualquier establecimiento típico de su ciudad natal, Alepo comenzó a funcionar hace unos días. Una degustación de de la que será su nueva carta, eso sí, en formato tapa; y el espectáculo de danza tradicional siria, hicieron las delicias de decenas de personas que no dudaron en acompañar a los jóvenes en el inicio de esta nueva aventura. El local, con capacidad para algo más de 80 personas, pronto se quedaba pequeño. “A lo gratis siempre viene mucha gente”, bromeaba Jesús Alcober, que vive justo encima.

Inauguración del nuevo restaurante Syriana.
Inauguración del nuevo restaurante Syriana.
C.I.

Luis F., pasaba cada día por la puerta y se paraba a hablar con los jóvenes que, desde hace meses, se afanaban por preparar este espacio. “La verdad es que son muy majos. Les preguntábamos cómo iban las obras, y un día nos invitaron y aquí estamos”, añade. Otro de los detalles que más comentaban los invitados es la decoración, que llega de rincones de toda España.

Junto a las lámparas colgantes de colores y los largos sofás que visten todas las paredes del establecimiento, hay jarrones brillantes y vajilla típica de su país. “La verdad es que es muy bonita, y la iluminación preciosa. Los sofás son muy cómodos”, afirmaba Marisa Royo, otra de las presentes. “Nuestro objetivo era que los clientes viajen al corazón de nuestro país, y creo que lo hemos conseguido”, asegura el joven sirio.

“Para nosotros es muy emocionante que la gente disfrute de lo que hacemos con tanto cariño”, admitía Lian, que no paraba de sacar platos de la cocina sin descanso. Cada cierto tiempo, algunos de los presentes irrumpían con sus zalgutas, típico grito que se emplea en las ceremonias de la cultura árabe o en el baile del mismo nombre.

En la fiesta de inauguració no faltó la danza tradicional.
En la fiesta de inauguració no faltó la danza tradicional.
C.I.

Este estudiante de derecho y su socio, Yousef Shahibar, que durante años trabajó como sastre, abandonaron su país hace cinco años por la guerra. “Cuando llegamos, las oportunidades eran muy limitadas. En mi caso, durante años trabajé como camarero, algo que me permitió conocer este tipo de negocios desde dentro”, admite. Eso, unido a su gran pasión por la gastronomía, en concreto por la cocina tradicional de su país, hizo que pronto les rondase la idea de abrir un restaurante con platos típicos de su tierra: “Para llegar aquí, de donde venimos, hemos trabajado verdaderamente duro. Y esperamos poder seguir dando muchas sorpresas en Zaragoza”.

Por ahora, pretenden abrir de lunes a domingo, de 8.00 de la mañana a 2.00 de la madrugada. “Habrá tanto desayunos y almuerzos, como comidas y cenas. También danza tradicional y copas por las noches”, añade.

Bocados sirios para sorprender paladares

En su carta, hay platos típicos de la gastronomía siria, con especialidades de carne y, sobre todo, vegetales. Destacan sus arayes y los pinchos morunos, el falafel, la receta de tabbouleh o el hummus de garbanzos aderezado con una salsa tahine sazonada al estilo sirio.

No han olvidado los platos que cuentan con un ingrediente fundamental en su gastronomía: la berenjena. Destacan el mutabal -berenjenas asadas con remolacha- o el Baba Gannouj- berenjenas asadas con pimientos, tomate, pepino y otras verduras-. Para amantes de las verduras también es muy recomendable la crema de pimiento su delicioso muhamara.

Sin embargo, esperan que el plato estrella, como ya ocurrió en el primer Syriana, siga siendo el Sogok, más conocido como el secreto de la abuela, que proviene directamente del recetario familiar. “He aprendido a cocinar con mi madre y mi abuela, siempre me dijeron que tenía buena mano. Ahora lo estoy disfrutando mucho”, admite Lian, que reconoce que, entre sus planes a corto plazo, está el presentarse a la próxima edición de Master Chef.

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