Gastronomía
Cómo preparar unas patatas fritas perfectas (¡y saludables!) gracias a la ayuda de una freidora sin aceite
Estos 'gadgets' son cada vez más populares gracias a su capacidad de cocinar alimentos con menos grasa.
No hay propuesta culinaria que no mejore acompañada de unas patatas fritas. Y es que son pocos los comensales que pueden resistirse a esta elaboración crujiente en el exterior y suave en el interior. De hecho, maridan a la perfección con una buena hamburguesa o con un filete a la plancha, pero también son el picoteo perfecto para una tarde de cine en casa. Sin embargo, debido al número de calorías que suman, muchos dejan este humilde manjar para ocasiones especiales y para días reservados. Claro que, desde que las freidoras sin aceite llegaron a nuestras vidas, todo ha cambiado.
Estos dispositivos nos permiten disfrutar de alimentos como patatas fritas, calamares, croquetas, carne y hasta galletas con menos calorías. ¿Cómo? Empleando aire caliente y unas pocas gotas de aceite para cocinarlas, en vez de mucha cantidad de esta grasa. Por ello, no es de extrañar que la posibilidad de elaborar platos más saludables sin renunciar a algunas elaboraciones cause sensación entre los más cocinitas. Además, estos pequeños electrodomésticos están diseñados con un tamaño compacto que apenas ocupa espacio en la cocina para que podamos tenerlo siempre a mano y sacarle el máximo partido. Ejemplo de ello es la freidora sin aceite de Cecotec Cecofry Compact Rapid Black que, con 1,5 litros de capacidad.
Este modelo es capaz de cocinar hasta 400 gramos de patatas de una sola vez, por lo que ofrece una medida perfecta para muchos hogares. Además, ofrece función horno gracias al cestillo que incluye como accesorio. A pesar de que la compra de esta freidora sin aceite también incluye un recetario para sacarle el máximo partido, podemos establecer ajustes manuales de tiempo (0-30 minutos) y de temperatura (hasta 200 grados).
Pero, además de este dispositivo, hacer unas patatas fritas perfectas también es cuestión de evitar ciertos errores. El primero de ellos, el corte del tubérculo: es recomendable que todos tengan más o menos el mismo tamaño para que se frían de forma homogénea. También es importante lavarlas una vez troceadas y secarlas bien, para quitarles el almidón y el exceso de humedad que nos aleja del tan deseado efecto crujiente.
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