gastronomía
Cómo disfrutar de unas croquetas saludables: tres recetas para sacarle partido a una freidora sin aceite
La freidora sin aceite más vendida de Amazon cuesta menos de 50 euros y es la solución para disfrutar de este capricho en versión 'healthy'.
Doraditas, de textura crujiente en su exterior y jugosa con toda una explosión de sabores en su interior. Así es una croqueta perfecta y, aunque hay recetas para todos los gustos, muy pocos pueden resistirse a este manjar que surgió dentro de la cocina de aprovechamiento y que, ahora, es el protagonista de la carta de muchos bares y restaurantes. Este bocado rebozado tiene hasta su propio día mundial y, además, es está escalando posiciones en el ránquin de comidas a domicilio.
Pero, también son cada vez más los que nos animamos a prepararlas en casa teniendo asegurado el éxito, pues conocemos al dedillo los errores que no debemos cometer para obtener un resultado perfecto. El único inconveniente que le vemos a esta receta tan versátil es su gran aportación calórica, por la que muchos renuncian a disfrutar de ella. Sin embargo, existe una solución para saborear unas croquetas sin remordimientos: elaborarlas en una freidora sin aceite para, así, restarle unas cuantas calorías a esta pequeña delicia.
Estos pequeños electrodomésticos cuentan con un circuito de aire que ayuda a cocinar los alimentos (y darle las texturas deseadas) sin necesidad de usar grandes cantidades de grasa, pues solo hace falta una cucharadita para conseguir un resultado tan apetecible como el de las freidoras tradicionales. Además, debido al éxito que han tenido entre los más cocinillas, no es difícil dar con modelos de calidad a precios muy interesantes, como el modelo más vendido de Amazon, de la marca Tristar, que, por menos de 50 euros, puede convertirse en el aliado 'realfooder' de tus croquetas.
Tres recetas de croquetas muy saludables
De coliflor... ¡por dentro y fuera!
Ideal para conseguir que los más pequeños disfruten de esta hortaliza sin berrinches, para preparar estas croquetas solo hay que cocer bastante media coliflor, hasta que se deshaga con ayuda de un tenedor. Una vez escurrida y machada (hasta formar una pasta algo grumosa), añadir nuestro queso favorito rallado, un ‘mix’ de finas hiervas, sal y pimienta al gusto y, después, hacer las bolitas del tamaño deseado. Colocarlas en la bandeja de la freidora y esperar hasta que el exterior adquiera un color dorado apetecible... ¡Y listas para disfrutar!
De puerro, zanahoria y queso de cabra
Después de hacer un sofrito muy picado de puerro, zanahoria, cebolla, ajo, perejil, sal y pimienta, agregar en la misma sartén el queso de cabra y medio de bebida vegetal y remover, a fuego medio, hasta conseguir una masa parecida a la de las croquetas clásicas. Después, dejar enfriar en la nevera durante toda la noche para que puedan amasarse y adquirir forma oblonga, rebozarlas en copos de avena e introducirlas en la freidora sin aceite. Es importante controlar los tiempos, ya que, si la avena se tuesta más de lo debido, pueden tener un regusto amargo.
De calabaza y con un toque picante
Tras asar la calabaza y desmenuzarla, debemos ponerla en la sartén con un poco de cebolla y un par de cayenas para rehogarla y que adquiera un toque picante. Después, debemos añadir la leche vegetal que más nos guste y remover hasta que se forme una mezcla que no quede demasiado líquida. Si esto ocurre, podemos añadir queso feta para darle consistencia. Cuando haya reposado durante toda una noche, solo nos quedará rebozarla pequeñas cantidades de esta mezcla en huevo y pan rallado y prepararlas en la freidora sin aceite.
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