Legaris pone en valor los 'vinos de pueblo'

La bodega de la D. O. Ribera del Duero perteneciente al grupo Codorníu reivindica la expresión del paisaje.

Los tres nuevos vinos 'de pueblo' de la bodega Legaris, de la D.O. Ribera del Duero.
Los tres nuevos vinos 'de pueblo' de la bodega Legaris, de la D.O. Ribera del Duero.

Cada vez está más de moda la comercialización de ediciones muy limitadas de vinos con rasgos propios y originales que ponen de manifiesto la inmensa variedad de productos que puede producir una misma zona elaboradora, echando por tierra el tópico con el que tendemos a homegeizar los vinos de una misma denominación: los rioja, los ribera, los somontano...

Bodegas Legaris pone más argumentos en este sentido con su nueva colección de alta gama, que ha salido a las tiendas con el marchamo de ‘Vinos de pueblo’. Una misma variedad de uva, la tinta fina, cultivada en tres pueblos de la Ribera del Duero: Alcubilla de Avellaneda, Olmedillo de Roa y Moradillo de Roa. Por lo tanto, tres entornos, tres microclimas y, por consecuente, tres vinos completamente distintos.

A partir de una materia prima de calidad que se selecciona de la forma más cuidadosa, Legaris apuesta con esta colección por poner en valor "la expresión del paisaje de sus lugares de origen", según Jorge Bombín, director de enología de Legaris. Cada uno de ellos lleva el nombre del municipio cuyos viñedos hayan sido utilizados para su elaboración, dotándolo de particularidades muy constatables en la cata.

Así, Alcubilla de Avellaneda 2015 muestra un perfil de varietal  poco habitual a partir de un viñedo localizado en este pueblo de la provincia de Soria, donde han conseguido un vino con una elegante rusticidad, floral y delicado. Su precio recomendado es de 32 euros.

Moradillo de Roa 2015 muestra el carácter extremo de una maduración llevada hasta el límite de un viñedo a casi mil metros de altitud sobre cantos rodados. Da notas especiadas y frutos negros. Se vende a 30 euros.

Y el Olmedillo de Roa 2015 refleja el perfil más auténtico de Ribera del Duero, con una tipicidad conseguida con cepas a 820 metros de altitud y en suelo arenoso. Es un vino potente y muy genuino. Todos llevan una crianza de 20 meses en barrica de roble.

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