Un menú navideño 100% aragonés

Siguiendo con la tradición, el cardo y el ternasco deben estar presentes en las principales comidas. Y para endulzar el paladar, también productos de proximidad como el guirlache o el chocolate.

El guirlache es uno de los dulces típicos de la repostería zaragozana.
Receta de guirlache

La tradición manda en los menús navideños. Seguimos siendo clásicos en los platos que se preparan para las grandes comilonas propias de estas fechas, pero siempre con productos de la tierra. Los gastronomía de Aragón ofrece un amplio abanico de productos con el que saciar los paladares navideños más exigentes.


Así, el cardo sigue triunfando como entrante principal: es la verdura por excelencia que se degustará en los próximos días. La receta típica aragonesa acompaña el cardo de salsa de almendras. Una alternativa a este producto es la borraja, otro manjar que se servirá en los hogares a través de una elaboración tradicional donde se cocina con almejas.


Las legumbres, aunque menos típicas, son una apuesta segura. En Aragón destacan las judías blancas, pochas o boliches.


Para acompañar el primer plato, triunfan los embutidos caseros de la tierra servidos en un surtido variado: longaniza, chorizo, butifarra, gallina trufada... El jamón es otro producto indispensable de las mesas aragonesas, en especial, el de la Denominación de Origen Teruel. Aragón también tiene una gran producción quesera, por lo que forma parte del menú navideño. Destacan quesos de las tres provincias como el de Tronchón, los de la Jacetania, Somontano y el de Letux.


No puede faltar en el menú un buen caldo que temple el cuerpo ante las bajas temperaturas de la época. Aunque es poco habitual en las comidas familiares, la sopa cana es una típica receta aragonesa hecha a base de pan tostado, grasa de capón, leche y miel.


Carne o pescado

En el segundo, surge la eterna duda: ¿carne o pescado? Aun así, el ternasco de Aragón es el rey de la mayoría de menús. También hay quien opta por otros productos típicos: el cochinillo, el cabrito, el conejo o los redondos.


Respecto al pescado, las truchas del Cinca son una original alternativa aragonesa a la habitual merluza que se cocina en estas fechas.


Para dar un sabor especial a los platos, la trufa negra de Aragón es el producto más destacado. Suele consumirse rallándola sobre el alimento ya emplatado o en su último punto de cocción.


Para terminar con la copiosa comida es imprescindible un buen postre. El melocotón, sobre todo en almíbar o en vino, es la fruta por excelencia de los menús navideños de la comunidad.


También fundamental es el toque dulce que acompañe al café y protagonice la sobremesa. Aquí, reina el producto de la tierra: el guirlache, compuesto de almendras y azúcar. El turrón, el mazapán y el chocolate -todos ellos artesanos producidos en la comunidad- son indispensables para endulzar el paladar. También destacan dulces como el tronco de navidad o los pastillos.


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