La gastronomía sale al encuentro de los amantes de sabores nuevos, ambientes abiertos, callejeros e informales que cada vez gana más adeptos mientras va sumando kilómetros a su contador en los llamados 'food trucks', una tendencia en auge importada de Nueva York, Londres o Copenhague.

En Azca, Madrid, ya son varias las citas de Madreat en plena zona de negocios, en una plaza llena de árboles y con algunas mesas y sillas para acampar apenas a unos metros del asfalto. A pesar de que España concibe la comida como una excusa social, el escenario ha sido casi el del bar, con su barra como punto de encuentro.

Ahora, la dinámica cambia y los españoles están descubriendo -y aceptando- los encuentros con los platos como protagonistas, llenándose el calendario de citas de las 'food trucks'.

¿Las próximas? El día 9 de agosto, con la 'Piknik Electronik BCN', un día completo de música, gastronomía y cultura en los Jardines Joan Brossa, en Montjuic, y el 'Van Sobre Ruedas', el primer festival que se celebrará en el municipio de Plencia, en Vitoria, el próximo 15 de agosto, con conciertos en directo.

Las comidas que se suelen ofrecer en un 'food truck' son sencillas pero contundentes y a precios variados, dependiendo del bolsillo y el hambre de cada uno. La clave de gestionar una caravana-restaurante es un servicio rápido pero que tiente al comensal.

Así, el consumidor puede toparse con sabores americanos como los clásicos perritos calientes y hamburguesas, y con gustos de Latinoamérica -tacos, burritos y fajitas-. Si se prefiere algo más ligero, están las crepes, y si en cambio se opta por algo más contundente, los kebabs.

Si algo triunfa para el paladar, son las brochetas de siempre, los bocadillos, el picoteo de jamón y quesos ibéricos, las croquetas y, para los más atrevidos, la comida de autor o, viajando más lejos aún, los platos asiáticos.

Para acabar, estos fogones sobre ruedas ofrecen café para los que adoran la cafeína, dulces como gofres y wafles que se remiten al otro lado del Atlántico, así como tartas y magdalenas -más conocidas ahora como cupcakes- y, para los más calurosos, helados.

¿Cómo montar tu propio 'food truck'?

Y de consumir, a producir. Para quienes se animen a informarse sobre cómo emprender partiendo de una caravana o furgoneta con encanto y transformarla en un negocio portátil, existen una serie de conocimientos básicos.

Para empezar, hay que tener muy claro el producto a ofrecer y la marca que mejor acerca este producto al cliente, hacer un estudio de mercado, elaborar una estrategia de marketing y conocer bien las normativas, según informa 'Gastroeconomy'.

Una vez establecido esto, se debe proceder al Registro de Comerciantes Ambulantes, con la copia correspondiente del alta del IAE, además de contar con el carnet profesional de comerciante ambulante que da la Dirección General de Comercio una vez registrados.

Otros requisitos son estar al corriente de las obligaciones tributarias y de Seguridad Social, copias de contratos de los trabajadores, formación suficiente en manipulación de alimentos, alta en el Impuesto de Actividades Económicas y Seguro de Responsabilidad Civil -este último punto no es obligatorio-.

Existen webs en las que ayudan a foodtruckssystems que fabrica, comercializa y personaliza vehículos para los interesados, mientras que sigaelfoodtruck permite alquilarlos.

Por su parte, 'FOODTRUCKYA' es la primera guía de comida en caravanas en España, con una selección tanto de proveedores, compradores y vendedores de esta modalidad gastronómica.

Polémica por las licencias

El pasado mes de junio tuvo lugar un festival gastronómico itinerante, la Citroën Plateselector, que recorrió varias ciudades españolas como Zaragoza, San Sebastián y Madrid, entre otras.

Sin embargo, una de las trabas es la limitación a ferias y eventos de los permisos de 'food trucks'. Existen iniciativas 'online' que piden una mejor comprensión del negocio, basado en la movilidad y flexibilidad geográfica.

Las caravanas gastronómicas se apoyan en la promoción por redes sociales. Uno de los puntos a tener en cuenta es la dependencia metereológica, al ser una iniciativa que apuesta por los espacios abiertos.

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