Guisantes, de alimento del ganado a manjar de reyes

Casi toda la producción de guisantes llega a Aragón de Almería y Murcia.

Guisantes: pequeñas perlas verdes llenas de color y dulzor
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AGENCIA ALMOZARA

No es Aragón tierra de guisantes y tan solo en algunos huertos, para consumo particular, se suele adivinar su presencia. Casi toda la producción llega de Almería y Murcia, donde también se encuentran muchas de las empresas que los congelan y envasan para conserva. Su empleo, en cualquier caso, viene de antiguo, ya que egipcios, griegos y romanos los cultivaron, aunque los primeros guisantes grises, silvestres y duros que se utilizaban en esa época nada tienen que ver con los actuales.


En la Edad Media se emplearon para alimentar al ganado y fue en el siglo XVII cuando se empezaron a consumir frescos, primero en Italia y posteriormente en Francia, donde tuvieron gran éxito. Una anécdota atribuida a Luis XIV cuenta que este rey se encerraba con llave para degustar tranquilamente los primeros de la temporada. Las localidades de Clamart y Saint Germain, en las afueras de París, adquirieron fama por sus guisantes, y algunas recetas que los incluyen entre sus ingredientes llevan estos nombres.


En la actualidad, los principales países productores son India, China, Estados Unidos, Francia y Reino Unido, aunque la mayor parte de la producción sigue destinándose a fabricar piensos para la alimentación de animales.


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