Existen diversas afirmaciones muy extendidas sobre los efectos de incluir cacao en nuestra dieta, pero ¿son ciertos estos mitos? Existen al menos cinco creencias sobre este alimento que no son tan ciertas como se ha dado por sentado

El chocolate engorda. Es cierto que tiene en su composición grandes cantidades de azúcar y grasas, por lo que se trata de un alimento muy calórico. Sin embargo, si se ingiere con moderación no supone ningún riesgo para nuestra línea.

Provoca migrañas. El chocolate tiene en su composición algunas sustancias que están popularmente relacionadas con la aparición de episodios de migrañas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la relación causa-efecto no está 100% confirmada ya que existen multitud de factores que pueden provocar el inicio de una migraña o dolor de cabeza.  Es adictivo. Esta afirmación viene dada por la sensación placentera que se experimenta al comer chocolate y por la que una persona podría ingerir más cacao de lo que es recomendable buscando revivir esa sensación. Sin embargo, no existe un estiudio concluyente en el que se pueda determinar que este alimento posea efectos fisiológicos que provocan un consumo compulsivo o adictivo Aumenta el acné. Aunque se trata de un alimento graso al que popularmente se le responsabiliza de la aparición de granos y espinillas hay que tener claro que la grasa que comemos en nuestra dieta no se acumula en las glándulas sebáceas. Provoca caries. El chocolate y los alimentos con azúcar en general llevan han sido siempre considerados como principales responsables de la caries infantil.  Sin embargo, en el hecho de que un niño tenga o no caries influyen factores como la textura de los alimentos, su adhesividad a los dientes y, por supuesto, la higiene bucal.Una vez desmentidos algunos de los mitos que hablaban de los peligros de incluir cacao en nuestra dieta y conociendo, sin embargo, sus efectos beneficiosos sobre nuestra salud, apetece aprovechar la moda de los postres dulces y aprender  hacer pasteles caseros de cacao para disfrutar de su sabor sin ninguna alteración.