Asador

La Junquera: 65 años de merendero

El negocio, que se abrió hace más de seis décadas, ha ido evolucionando con los años hasta convertirse en un gran complejo hostelero, donde se puede comer y hacer cualquier tipo de celebración.

Restaurante exterior del asador La Junquera
La Junquera

El asador La Junquera, de Zaragoza, celebra su 65 aniversario con el propósito de seguir ampliando su oferta y continuar ofreciendo el mejor servicio a sus clientes. El gerente del restaurante, David Burillo, asegura que los consumidores son su principal preocupación y que en los próximos meses seguirán trabajando para que estos continúen recibiendo la mejor calidad como hasta ahora.


En 1948, el abuelo de David, Justo, comenzó el negocio en una caseta de adobe, atendiendo a los militares y visitantes que acudían a disfrutar del lugar y del río. Así, ofrecía refrescos a los ciudadanos que se acercaban hasta allí para que la jornada de descanso fuese perfecta. Posteriormente, su hijo Jesús, junto a su mujer Mari Carmen, creó un merendero asador para que todo aquel que fuese por allí pudiese cocinarse su propia comida.


Actualmente, con el tercer relevo generacional, los nietos de Justo –David, Alberto y Jesús– han sabido evolucionar el negocio hasta convertirlo en un gran complejo hostelero en el que se han creado varios espacios para todo tipo de celebraciones, pero sin perder la esencia del merendero que crearon sus padres. Así, sigue existiendo la popular zona donde la gente puede hacerse su propia comida a la brasa, consumiendo las bebidas del asador.


Eventos

Además, La Junquera tiene un restaurante con capacidad para 300 comensales, donde se pueden degustar las especialidades del local, que van desde el ternasco de Aragón hasta una gran variedad de ensaladas, verduras a la plancha y pescados; dos salones privados –Planta Uno Club y Cabaña Bar– en los que se celebran todo tipo de acontecimientos como comuniones, bautizos o reuniones de empresa, y, por último, una enorme terraza, que cuenta con una pantalla led de tres metros de largo para que los clientes puedan disfrutar de los grandes eventos deportivos de la temporada. Además, la terraza ofrece música en directo de la mano de los Dj’s Joseph Finne & Víctor del Guio.


Para dar un servicio más completo, el asador cuenta con un parquin privado de más de 7.000 metros cuadrados y con un parque infantil de 1.500 metros cuadrados, dotado de todo tipo de juegos para que los más pequeños se diviertan y los padres disfruten de una gran velada con sus hijos. Las atracciones para niños van desde un castillo hinchable, hasta columpios, toboganes y futbolines.


En su inquietud por dar el mejor trato a sus clientes, La Junquera ha creado un nuevo servicio para que aquellos que lo deseen puedan disponer de un chófer que los recoja y los lleve a donde ellos contraten y así no tener que estar pendientes de mover el coche. "Tenemos ofertas especiales para cuatro y seis personas, que podrán reservar este tipo de desplazamientos y así no tendrán que preocuparse por coger el coche y podrán beber tranquilamente", destaca Burillo.


Relacionado también con el transporte, otro de los proyectos para el futuro es crear un servicio de autobús gratuito para que los clientes puedan llegar hasta el restaurante, pero esta idea aún se está gestando "porque hay que valorar si tendría aceptación por parte de los clientes", resalta. Dentro de sus proyectos de ampliación, La Junquera pretende construir un pequeño club deportivo en el que se pueda jugar a diversos deportes, como el pádel, y el público pueda acceder al lugar a precios razonables.


"Estamos a la espera de los permisos, pero nos gustaría llevar a cabo la idea en cuanto nos los den", admite el gerente, que también reconoce que además de ampliar el recinto y los servicios que ofrecen, les gustaría seguir mimando la zona infantil para que los padres de los niños estén completamente tranquilos de dónde dejan a sus hijos.

Ponerse al día

A pesar de la actual crisis económica, La Junquera ha sabido adaptarse a los momentos que corren para no perder clientes e intentar poner buena cara a los malos tiempos. «Todo está complicado, pero nosotros llevamos la restauración en la sangre y hemos perfilado el negocio con vistas a todo tipo de eventos y nos hemos acoplado a lo que se está pidiendo hoy en día», subraya David Burillo, quien reconoce que han economizado los precios sin perder la calidad de los productos que ofrecen.

Zonas

Merendero: el único lugar del complejo donde puede cocinarse cada uno su comida.

Restaurante: unos 300 comensales pueden disfrutar de los platos de La Junquera.

Planta Uno Club y Cabaña Bar: dos salas para celebrar cualquier evento privado (comuniones, bautizos, cenas de empresa...).

Terraza: espacio al aire libre con una pantalla gigante para disfrutar de los mejores eventos deportivos.


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