Gastronomía

La Bocca: tapas y raciones con un aire italiano

Restaurante

La cocina italiana se adapta en este local al formato de tapa y ración en un espacio que a lo largo del día cambia mucho.

Tapas y raciones con un aire italiano
ALMOZARA

La Bocca es un establecimiento italiano diferente, acostumbrados como estamos a acudir a este tipo de restaurantes y casi vernos abocados a compartir pasta y pizza, o a recurrir a una ensalada y un carpaccio. En este local, el planteamiento es distinto: la cocina italiana es la que se adapta al concepto español de tapas y raciones. 


La idea del establecimiento también es novedosa y está muy en la línea de los espacios multiusos que tanto se estilan en estos tiempos: cafetería, restaurante, pastelería y hasta tienda gourmet. La barra se asemeja a la de cualquier otra taberna o bar donde uno puede tomarse una versión diferente de la ensaladilla rusa o una banderilla que, eso sí, va mucho más allá de la idea de juntar un boquerón y una aceituna.


De alguna forma, la barra está abierta al cliente tradicional, pero en ella ya aparecen propuestas muy italianas. Por ejemplo, las focaccias de elaboración casera, sobre las que pueden aparecer pato con cebolla de nueces o boquerones, pimiento rojo y tomate seco.


Los típicos minibocadillos del almuerzo los han sustituido por paninis que están rellenos de embutidos italianos o por la versión transalpina de la tortilla de patatas, que incluye verduras. Y una de las tapas más conocidas de La Bocca es la bruscheta de gamberetti, cuya degustación resulta especialmente recomendable con el aperitivo italiano Aperol Spritz.


Raciones y degustación

La propuesta de tapeo también se puede pedir a la mesa a modo de aperitivo y a partir de ahí la carta ofrece un gran abanico de posibilidades en forma de raciones individuales, para que no suceda como en los italianos al uso y uno pueda probar varias cosas. Entre la selección de fritos, especialmente recomendable es la bola de arroz crujiente con manzana caramelizada, nueces y queso.


Con este mismo planteamiento de raciones también se mira a las cocinas aragonesa y española ofreciendo pastel de ternasco de Aragón, el clásico chipirón relleno o bonito, al que tienen muy bien cogido el punto. La carta también incluye un apartado vegetal, con verduras a la parrilla, fritas o en forma de pastel, y una selección de quesos y embutidos.


Lógicamente, también podemos encontrar risottos, una selección de pastas y pizzas en formato reducido, y algunas carnes en preparaciones originales, como la hamburguesa piamontesa o la clásica milanesa.


Lo dicho, estamos ante un italiano diferente donde uno puede comer o cenar como si estuviera tapeando.



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