Picoteo generoso y con sorpresas en El Quinto Pino

Un diseño moderno, una carta de raciones abundantes y una amplia terraza son sus atractivos.

Toni Ducu y Stefan Vasilescu, en El Quinto Pino.
Toni Ducu y Stefan Vasilescu, en El Quinto Pino.
V. Castellano

El nombre no tiene que llevar a engaño. Este bar restaurante está muy cerca de Grancasa y bien comunicado por el tranvía, así que su ubicación no supone un problema. Además, resulta muy visible desde el exterior y su enorme terraza apunta a ser una de las más demandadas del Actur ahora que llega el buen tiempo. El local es amplio y luminoso, con una mezcla estilos moderno y vintage, y sillas y mesas diferentes que le aportan un aire muy desenfadado. Raciones, bocadillos, ensaladas y tostadas son los principales argumentos de la carta de picoteo; tradicional, si se quiere, pero que a la mesa llega de una forma diferente.


Los calamares al quinto pino, por ejemplo, llevan sorpresa: media docena de langostinos a la plancha. Prácticamente todo lo que se ofrece en la carta está pensado para compartir. Es el caso de las tostadas dobles (ternasco con setas y salsa romescu; carpaccio de calabacín con tataki de atún rojo…), de las ensaladas generosamente servidas (la de pulpo a la brasa es una de las más curiosas) o de los huevos rotos con chistorra y jamón o con gulas y gambas.


En la carta de bocadillos es donde tal vez más se ha jugado con los contrastes para intentar sorprender, sobre todo, de dulce y salado. En esa línea se ofrece, por ejemplo, el que lleva el nombre del local: con foie, manzana caramelizada y solomillo de cerdo, o el de cerdo y ternera, queso brie, salsa de foie y zanahoria caramelizada. El restaurante cuenta con una brasa de piedra volcánica donde las raciones de chuletas de ternasco de Aragón y de ternera también encuentran acomodo a un precio razonable (10 euros). Y en esta línea se puede descorchar un vino joven desde 6 euros o pedir un crianza de Care o Azpilicueta por 12 euros.


El tapeo del fin de semana es otro de los grandes atractivos de este establecimiento. Desde los clásicos vinagrillos al bacalao marinado con perlas de algas de mar, se busca atraer a una clientela con gustos e inquietudes diferentes.


Cuatro tipos de croquetas y su afamada tapa de tres quesos son algunas de las referencias más destacadas, además de la patata rellena de longaniza. El precio de esta bola (1,80 euros) es el único que se eleva por encima de la media, ya que para el resto del tapeo es el mismo: 0,80 euros.


Entre el espacio interior y la terraza, El 5º Pino tiene una capacidad para cerca de 200 comensales pero los viernes y sábados por la noche conviene reservar.


El Quinto Pino Calle de María de Maeztu (esquina Rosa Chacel). Zaragoza. Teléfono: 976 071 517 Horario: de lunes a jueves, de 8.00 a 23.00. Fin de semana, hasta las 2.00. Lunes, cerrado.-Ver otros restaurantes recomendados

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