Campo de Borja

La garnacha está de moda

Esta semana se ha vuelto a poner de manifiesto que los vinos de Garnacha de Aragón están de moda. Además, lo dijo el propio Jay Miller, crítico y colaborador de Robert Parker, en su visita, el pasado lunes, al Campo de Borja, donde cató más de un centenar de vinos de las bodegas de esta D. O. zaragozana.

Jay Miller, catando vinos del Campo de Borja ante la atenta mirada de las autoridades
La garnacha está de moda
FOTOGRAFÍA ALMOZARA

Todo el sector vitivinícola aragonés estuvo pendiente, el pasado lunes, de la visita de Jay Miller, enviado de Robert Parker, a la Denominación de Origen Campo de Borja. El Consejo Regulador fletó una expedición especial desde la capital aragonesa, a la que se sumaron periodistas, cocineros, sumilleres y maîtres. Los actos contaron, además, con la presencia de los máximos responsables políticos del sector, como Gonzalo Arguilé, consejero de Agricultura y Alimentación del Gobierno aragonés, y Pedro Orduna, director general de Fomento Agroalimentario.


Lo cual no debió intimidar lo más mínimo al crítico norteamericano, que se empleó a fondo en su tarea, que es catar vinos. Más de un centenar de referencias valoró y calificó –aunque sus comentarios y puntuaciones no se conocerán hasta que se publique el número correspondiente de la revista ‘The Wine Advocate’– en sucesivas sesiones en las propias bodegas o en las instalaciones del Museo del Vino de Campo de Borja, en el Monasterio de Veruela.

De moda

Allí, en esta bella instalación cisterciense, Miller resaltó algo que es evidente desde unos años a esta parte: «La garnacha española y, sobre todo, la aragonesa, es la uva de moda en el mundo». Añadió que estaba gratamente sorprendido por la excelente relación calidad-precio de los vinos catados, puesto que «están dentro del precio que los estadounidenses están dispuestos a pagar por un vino de calidad».


En la jornada maratoniana de catas llevada a cabo por Mister Miller, no faltaron catas verticales (se valoraron todas las añadas de Tres Picos, en Borsao), degustaciones de proyectos nuevos (las referencias Aragonia y Galiana, en Bodegas Aragonesas), vinos dedicados exclusivamente a la exportación (Quo, en Santo Cristo), o todas las referencias de una bodega, como las de Alto Moncayo. En el Museo del Vino cató vinos de las bodegas exportadoras de la Denominación de Origen que no había visitado (Yonna 2006 y 2007, Ruberte Crianza 2006, Leles de Bordejé, Aso & Gordon, Penélope y Pagos del Moncayo). Por los comentarios que realizó el propio crítico y por las apreciaciones de Pancho Campo, el experto que hacía de cicerone en su gira por España, en el Campo de Borja esperan que habrá muchos vinos por encima de 90 puntos en las próximas calificaciones.


Al igual que el año pasado, en 2011 la D. O. Campo de Borja va a continuar la colaboración con Pancho Campo y con la Academia del Vino, realizando una serie de actividades de promoción en Valencia, Madrid y Barcelona, además de la ya tradicional Muestra de Garnachas en Zaragoza, el próximo 5 de abril.


Fuera de España, y por tercer año consecutivo, se va a continuar centrando la promoción en Estados Unidos, donde se celebrará la Semana de la Garnacha. Esta gira nacional e internacional podrá seguirse a través de medios digitales, en las principales redes sociales, vinculadas al blog thegarnacha.com.

En Madrid Fusión

Que la Garnacha de Aragón es una variedad en alza se puso de manifiesto también esta semana en el foro gastronómico Madrid Fusión, donde tuvo lugar una cata de vinos elaborados con nuestra uva más representativa. Hasta quince referencias de las cuatro denominaciones de origen aragonesas y de dos zonas de vinos de la tierra fueron disfrutadas por los asistentes a este encuentro, que estuvo auspiciado por el Gobierno de Aragón.


Muchos de estos vinos pueden encontrarse ya en cualquier rincón del mundo, pues por todas partes se está apreciando la calidad de nuestros vinos de Garnacha y otros factores no menos importantes en las circunstancias actuales, como son la sostenibilidad medioambiental y los ajustados recursos económicos que caracterizan el cultivo de una de nuestras variedades más emblemáticas.