Heraldo del Campo

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Cambio climático, el reto de adaptarse para sobrevivir

El proyecto Life Midmacc busca la adaptación de zonas de media montaña al calentamiento global con medidas de gestión del paisaje que además mejoren su desarrollo socioeconómico.

El proyecto analiza cómo la correcta gestión del territorio creando paisajes en mosaico mejora las condiciones ambientales y socioeconómicas de la media montaña.
El proyecto analiza cómo la correcta gestión del territorio creando paisajes en mosaico mejora las condiciones ambientales y socioeconómicas de la media montaña.
IPE-CSIC

"Una correcta gestión del territorio creando paisajes en mosaico y la introducción y mantenimiento de estas zonas con ganadería extensiva mejoran las condiciones ambientales y socioeconómicas de la media montaña mediterránea. Se optimiza la calidad de los suelos, los recursos hídricos, la salud de los bosques, la calidad de los pastos y la biodiversidad del paisaje, además de favorecer la fijación de población y el desarrollo socioeconómico de estos territorios". Así resume Estela Nadal Romero, científica titular del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC), el espíritu del proyecto Life Midmacc, que concluye este 2024 tras cinco años de actividad.

La iniciativa, liderada por el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales, cuenta en Aragón con la participación del IPE-CSIC (Teodoro Lasanta, Javier Zabalza, Pedro Sánchez, Sergio Vicente, Nacho López Moreno, Yolanda Pueyo y Estela Nadal Romero), la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (Eva García Balaguer y Juan Terradez) y la Universidad de Zaragoza (Ramón Reiné, Ana Foronda y Olivia Barrantes, de la Escuela Politécnica Superior de Huesca y la Facultad de Veterinaria). Busca promover la adaptación al cambio climático . Busca promover la adaptación al cambio climático de zonas de media montaña de La Rioja, Cataluña y Aragón con la implementación de medidas de gestión del paisaje que puedan dar vida a estas zonas que sufren despoblación por falta de oportunidades. En la Comunidad se ha elegido para la investigación la comarca de la Jacetania, en concreto la zona en la que se ubica la finca experimental de La Garcipollera, gestionada por el CITA.

En el territorio se ha analizado el efecto de la recuperación de pastos a través del desbroce de matorral y la introducción de la ganadería extensiva, así como la gestión forestal para la prevención del riesgo de incendio y a su vez el mantenimiento con este tipo de ganadería. "El seguimiento durante tres años de monitorización ha permitido conocer los efectos de dichas prácticas en ámbitos como la diversidad florística y paisajística, los recursos hídricos o la degradación del suelo. Además, se han realizado propuestas a la Comisión Europea relacionadas con la mejora de la PAC o la gestión de los bosques mediterráneos", apunta Nadal Romero.

En el marco de la iniciativa se ha editado una guía con medidas de adaptación al cambio climático en la media montaña mediterránea

Los resultados se describen en la guía práctica ‘Medidas de adaptación al cambio climático en la media montaña mediterránea’, editada recientemente en el marco de Life Midmacc y donde se presentan las bases ambientales y socioeconómicas obtenidas en el proyecto para promover la adaptación al calentamiento global y lograr revitalizar estas zonas.

Parcelas experimentales en La Garcipollera (Jaca), en las que han trabajado los responsables de la iniciativa.
Parcelas experimentales en La Garcipollera (Jaca), en las que han trabajado los responsables de la iniciativa.
Instituto Pirenaico de Ecología

La sede de la Comarca de la Jacetania en Jaca acogerá el 6 de junio la reunión final de una iniciativa cuyo balance por parte de sus responsables es positivo. "Desde el punto de vista científico-técnico se han establecido unas parcelas de seguimiento en diferentes ambientes que nos han permitido obtener datos cuantitativos de variables ambientales. Además, se ha obtenido un nuevo proyecto Life liderado por el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático que nos va a permitir continuar con el estudio al menos durante 8 años", agrega Nadal Romero.

Caudales y recursos hídricos

El seguimiento científico-técnico llevado a cabo ha permitido al IPE-CSIC conocer con mayor detalle determinadas variables ambientales que llevan varias décadas estudiando, como los caudales de los ríos y los recursos hídricos. "Se ha demostrado que una correcta gestión del territorio, a través de la gestión forestal o el desbroce selectivo de matorrales, atenúa los efectos del cambio climático y favorece la disponibilidad de recursos hídricos", afirma la científica del centro.

Los investigadores han comprobado cómo la gestión de la vegetación puede aumentar los recursos hídricos

Asimismo, se ha comprobado cómo la gestión de la vegetación puede aumentar los recursos hídricos, lo que es de gran importancia en las montañas mediterráneas, donde se producen periodos de sequía que pueden verse incrementados tanto en su duración en el tiempo como en su severidad. "También hemos podido comprobar cómo el uso de ganadería extensiva tras el desbroce selectivo y/o la gestión forestal, junto con la recuperación de pastos, mejora la calidad del suelo –a partir de la acumulación de materia orgánica– y la calidad y diversidad del pasto, disminuyendo el riesgo de incendio y los procesos de erosión y degradación del suelo", manifiesta Nadal Romero.

En cuanto a cómo pueden ayudar los resultados del proyecto al medio rural aragonés, la investigadora destaca que la eliminación de matorrales para crear espacios abiertos de pastizales crea un paisaje en mosaico que es bueno para la ganadería extensiva y la gestión de incendios. "Las ventajas son que puede ayudar a fijar población, que mantiene vivos los pueblos y el territorio y que el paisaje resultante se parece más al cultural tradicional y tiene buena aceptación como atractivo para visitantes y turistas", concluye.

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