Fruticultura
La fruticultura da mucho que hablar en La Almunia
La localidad productora reúne a más de 156 participantes y una veintena de ponentes nacionales e internacionales en las séptimas jornadas técnicas sobre el sector.
Cada dos años, la localidad zaragozana de La Almunia de Doña Godina, además de ser uno de los epicentros de la producción frutícola, se convierte en foro de debate y análisis del sector. Esto ocurre por la celebración de las Jornadas Técnicas que organiza la Asociación de Empresarios Agrícolas de la Margen Derecha del Ebro (Aeamde). Allí, entre el jueves y el sábado se han dado cita 156 participantes -la mayoría socios de la entidad y algunos interesados de Cataluña y Navarra- para asistir a las intervenciones de una veintena de expertos ponentes nacionales e internacionales.
El hilo conductor ha sido seguir las máximas del análisis de viabilidad empresarial: oportunidades, amenazas, debilidades y fortalezas. Para convertir oportunidades en fortalezas y contrarrestar amenazas, el gerente de Aeamde, Agustín Sánchez, considera que "la formación y la investigación son fundamentales". "Hemos cumplido siete ediciones con el objetivo claro de que la transferencia de la tecnología y el conocimiento, desde centros punteros como los del Csic y el Cita, lleguen al productor", subraya.
Entre esos ponentes se encontraba Carlos Lozano, jefe de la Unidad de Gestión Integrada de Plagas del Centro de Sanidad y Certificación Vegetal del Gobierno de Aragón. Lozano comentaba cómo amoldarse a las exigencias del mercado y reconocía que en el caso del control de plagas "hay métodos alternativos a los químicos, pero no siempre hay un método alternativo eficaz". En este punto, desvelaba cómo actúan especies como Eurytoma amygdali, en la almendra; la Drospophila suzukii, en cerezos; o la Haylomorpha halys, llamado también chinche apestoso por su reconocido color pardo y su mal olor.
De igual forma, Lozano apuntaba que para frenar los riesgos sería deseable "imponer más medidas para que los productos que vengan de fuera tengan una mayor seguridad". Y ponía como ejemplo que Tailandia obliga a que toda cereza que llegue a su mercado interno haya estado entre 10 y 12 días por debajo de una temperatura de 1,2 grados. Respecto a esas demandas del mercado, incidía en que en el caso de los melocotones de calibre grueso, que son más sensibles a plagas y enfermedades, necesitan de medidas de prevención que eviten podredumbres.
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Las jornadas no han sido ajenas al cuaderno digital, una de las exigencias europeas que tanto protagonismo está teniendo en las protestas agrarias. María Mora, ingeniera agrónoma y ejecutiva de cuentas en RawData, reconocía que "la figura del técnico asesor se plantea como fundamental". "El perfil en agricultura ha cambiado en cuanto a edad, formación, género, pero si estás sobre el tractor se hace muy difícil estar encima de todos los cambios y actualizaciones de normativas, dosis de fitosanitarios…".
Entre los casos de éxito estaba el de Chile y la cereza, que acercaba Carlos Tapia, ingeniero agrónomo y fundador de Avium. El grueso de la producción se destina a la exportación, 420.000 toneladas, de las que un 95% se destina a China. "Hace tiempo que se hizo la discriminación varietal y se apostó por variedades como lapins, santina y regina, que resisten largo tiempo en barco. El reto es tener un producto de calidad, porque, aunque la industria de postcosecha es muy buena, solo te puede ayudar a mantener lo que llega del campo. No lo mejora", incidía Tapia.
