Calefacción

La aerotermia coge impulso en los hogares de Zaragoza

Este sistema de calefacción es cada vez más demandado, según las empresas especializadas, gracias a su eficiencia energética.

Tan solo quedan dos inmuebles a la venta de los 120 que componen el bloque.
Una promoción de obra nueva que tiene un sistema de aerotermia.
Aedas Homes

Ya no es una cosa del futuro. La aerotermia coge cada vez más impulso en los hogares, con el ánimo de sustituir a la caldera para avanzar en la tan deseada descarbonización del parque inmobiliario. Según las empresas especializadas en Zaragoza, la demanda para instalar estos sistemas ha aumentado en los últimos años, especialmente gracias a las subvenciones, que reducen el costo de la inversión. Sus bonanzas están claras: mayor eficiencia energética y, como consecuencia, un ahorro en la factura de la luz y una mayor sensación de bienestar.

De hecho, existe una normativa vigente desde hace un año en el que se obliga a los promotores de obra nueva a alcanzar un máximo de energía consumida por año y, además, de emplear energías renovables. Todo ello, gracias a la Directiva de Eficiencia Energética por la Comisión Europea, que supondrá la desaparición de las caderas de gas y diésel en las viviendas aragonesas. A partir de 2026 ya no se podrán instalar en edificios nuevos y se estima que en 2040 hayan desaparecido todas. Así, el mejor nuevo aliado es la aerotermia, que también se coloca en viviendas individuales. "Ha habido un 'boom' de instalaciones, especialmente gracias a las subvenciones del Ayuntamiento de Zaragoza", explica Luis Gimeno, gerente de Irtesc S. L., empresa especializada en este tipo de sistemas. 

Asegura que han colocado "muchas" en pisos. "Es difícil de colocar, pero se puede hacer", expresa. Muchos de estos aparatos se instalan en viviendas unifamiliares. "Todas las reformas se hacen ya con aerotermia. Mucha gente quiere quitarse la caldera de gas. Se la cambiamos y le colocamos un 'fan coil' (equipos agua-aire). La demanda es muy alta", incide Gimeno.

Pero, ¿qué es exactamente la aerotermia? Consiste equipos de bomba de calor, usados normalmente para climatización tanto de frío como para el efecto contrario, a lo que se añade agua caliente sanitaria. Todo en un mismo equipo, lo que contribuye a un ahorro. Este sistema expulsa el calor del interior de la vivienda cuando se quiere que esta esté refrigerada en verano y, por el contrario, absorber el calor del aire exterior para forzarlo al interior durante el invierno. Se emplaza una máquina en el interior del hogar y otra en el exterior.

Ilustración de una instalación de aerotermia en invierno y verano.
Ilustración de una instalación de aerotermia en invierno y verano.
Vaillant

"En un piso normal y corriente, solo se quita la caldera y se sustituye por la máquina de la aerotermia (que se suele poner en las terrazas o balcones) y se coloca un depósito de agua caliente sanitaria. En el 99% de los casos puede instalarse sin problema", asevera Gimeno. Solo se necesita ese pequeño espacio para el aparato, que en ocasiones se lleva al tejado. "Si hay una terraza grande, mejor, claro", añade.

El coste de instalar un sistema de aerotermia con agua caliente sanitaria ronda los 14.000 euros

Lo que más "tira para atrás" a los clientes es la inversión, que no es precisamente barata. "Si hablamos de colocar la máquina solo para calefacción y agua caliente sanitaria, el desembolso es de unos 12.000 euros. Si le añadimos el aire acondicionado, 14.000", precisa el gerente de Irtesc. No obstante, se trata de un pago que se amortiza con el tiempo y que se hace más llevadero gracias a las ayudas que el Consistorio convoca prácticamente anualmente. "Hasta ahora, para poner el aparato había una subvención de 3.000 euros, otra de 4.000 para el 'fan coil', Hacienda te podía deducir el 20% de la instalación y el Ayuntamiento te subvencionaba el IBI", declara Luis Gimeno.

Desde la compañía Abance, también distribuidora de estos sistemas en Zaragoza, confirman la fiebre por la aerotermia. "Hace siete años montábamos alguna suelta. Ahora hay mucha demanda", dice su gerente, Gerardo Laborda. Y entiende perfectamente esas ganas de hacerse con esta estructura. "Es energía renovable, no contamina, es muy eficiente y ayuda a un ahorro del consumo", manifiesta, al mismo tiempo que indica que, en una casa de pueblo, el gasto se reduce en un 70%. "Un chalé de 200 metros cuadrados puede llegar a pagar tan solo 80 euros al mes de agua caliente en invierno", explica.

La combinación del futuro también es presente. Este aparato se potencia con el suelo radiante refrescante, otro sistema que reparte el calor y el frío de manera uniforme en todo el hogar a través de un circuito colocado debajo del pavimento. Es la opción más eficiente hoy en día y la más recurrida también en la obra nueva. "En los chalés de nueva construcción se llevan mucho estas dos cosas", precisa Laborda. "La inversión sería de unos 14.000 euros para un piso de 150 metros cuadrados, pero se amortiza en unos siete años", añade el gerente de Abance.

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