La CHE reconoce que necesitan aportaciones de nieve, que no las hay, y le preocupa la cuenca del Segre en la parte catalana

La presidenta de la institución, Dolores Pascual, asegura que los abastecimientos principales están garantizados aunque "empezará la campaña de regadíos con restricciones en el Segre por la situación en la que se encuentran". Así lo ha dicho al dar cuenta del informe de la sequía de 2023.

La presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Dolores Pascual.
La presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Dolores Pascual.
Oliver Duch

De cómo será 2024 hidrológicamente hablando, la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Dolores Pascual, ha dicho que "no se puede decir nada porque es todavía muy pronto". "Hay algunos territorios de la margen izquierda que están en buena situación para empezar, pero la campaña es muy larga. Necesitamos aportaciones de nieve, que no las hay", ha advertido. 

Según Pascual, "en este momento la cuenca del Cinca, la del Aragón y las cuencas navarras tienen aportaciones y reservas buenas para empezar la campaña con soltura". No ocurre lo mismo con la cuenca del Segre: "Seguimos preocupados por estos territorios que tienen poca reserva de agua en los embalses", ha señalado en relación a la cuenca del Segre, las cuencas de las Nogueras en la parte catalana". 

Se ha referido también a que "las aportaciones que hubo en Navarra y algo en Castilla y León han mejorado las aportaciones de Mequinenza". Y por tanto, ha añadido, "siendo un embalse que no habíamos visto nunca a unas cotas tan bajas, en este momento hay buenas reservas". 

No obstante, continúa la escasez en la parte catalana de la cuenca, en el Eje del Ebro y en la unidad territorial del Huerva. Aunque hasta la semana de Reyes, no estarán los indicadores de diciembre, la situación podría mejorar en el Eje y por lo tanto también en cabecera, diecen fuentes de la CHE, pero solo si llueve, ya que el embalse del Ebro, en Cantabria, del que dependen los usos del eje del Ebro hasta Mequinenza, tienen unas reservas todavía escasas. Y si sigue lloviendo, apuntan, podría mejorar también la zona colindante de Aragón y Cataluña y los ríos Nogueras. 

De cualquier forma, Dolores Pascual ha insistido en que todavía es pronto para hablar de cómo irá el año que viene ya que la fecha fundamental para saberlo es marzo ya que "la cuenca tiene una demanda agropecuaria de regadío y es en ese mes cuando se toman las decisiones más importantes por parte de los regantes".

Pascual ha hecho estas declaraciones antes de presentar hoy el estado actual del informe de la sequía de 2023 y la actualización del plan especial de sequías, reforzado con nuevas aportaciones en el periodo de información pública y en el que se constata la necesidad de intensificar los esfuerzos en la mejora de la eficiencia de los usos de agua.

Reunión de la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Ebro hoy.
Reunión de la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Ebro hoy.
S. E.

Ha sido antes de la Junta de Gobierno de la CHE, el órgano principal de gestión del organismo de cuenca, cuando Dolores Pascual ha incidido ante los medios en que "los abastecimientos principales en la cuenca del Ebro están garantizados" y que puede haber "restricciones en la cuenca del Segre" refiriéndose a la campaña de riego "por la situación en la que se encuentran". 

De las reservas de nieve, ha dicho que "están por debajo de la media de los últimos años". No ha nevado, ha explicado, salvo en cumbres altas. Y por tanto, "se esperan mayores aportaciones". 

Asimismo, ha descartado que se pueda hablar de trasvases. "El año pasado se aprobó el plan hidrológico de la demarcación. Y esa es nuestra hoja de ruta hasta 2027. Ahí tenemos las obras de regulación que tenemos que acabar hasta esa fecha, que son las que estaban en marcha ya y son estratégicas para la cuenca". Lo de los trasvases, ha precisado, "son medidas extremas y de política hidráulica nacional y tendrán que ser valoradas en ese ámbito".

En cualquier caso, ha apostillado, "Cataluña tiene su planificación a base de aportación de recursos no convencionales derivados de la desalación o de la reutilización que hacen de aguas superficiales". 

Del plan de sequía, ha recordado que "el modelo que tenemos de gestión del agua en España y en la cuenca de Ebro funciona" y que se basa en tres pilares: "la planificación, la participación y el principio de unidad de cuenca" y ha reconocido que "esta sequía ha sido una sequía integral porque nos ha afectado en ocasiones al 85% del territorio de la cuenca".

A la pregunta de si los regantes tienen que acostumbrarse a que la sequía sea la tendencia dominante en los próximos años, Pascual ha señalado que lo cierto es que "va a haber una mayor irregularidad de la que estamos acostumbrados:  en las próximas décadas vamos a tener que gestionar recursos menguantes o irregulares y demandas crecientes". Algo, que ha avisado, "nos implica a todos con una corresponsabilidad mayor en la gestión eficiente del agua". 

Afortunadamente, ha admitido la presidenta de CHE "esta cuenca es una cuenca caudalosa, pero el territorio es muy amplio y hay zonas en la margen derecha, de pluviometría escasa, que obligan a  ser conscientes de una racionalización en las demandas", sobre todo por parte del sector agrícola ya que "el 95% de los usos del agua es del regadío" y su modernización y tecnificación redunda en una mejora de la utilización del recurso y ayuda a adaptarse mejor a cualquier situación de escasez. 

Ha apelado, por último, dentro del plan de la sequía, a "avanzar en planes de emergencia de municipios grandes e informar a la población para que pueda tomar conciencia del problema de la escasez y la progresiva redundancia de fenómenos extremos, ya sean inundaciones o sequías y por tanto la responsabilidad en el consumo, tanto individual como colectivo" para reproducir "el milagro de que salga el agua por el grifo a diario".

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