Heraldo del Campo

investigación

El impulso de un cultivo clave para toda la cadena

El proyecto Belis, del que forma parte el Ciheam, aborda la mejora genética de las leguminosas para potenciar la sostenibilidad y competitividad del sector en Europa.

Los participantes del proyecto, durante la reunión de lanzamiento celebrada los días 17 y 18 de octubre en Ancenis (Francia).
Los participantes del proyecto, durante la reunión de lanzamiento celebrada los días 17 y 18 de octubre en Ancenis (Francia).
Ciheam

Las legumbres aportan múltiples beneficios a los sistemas agrícolas y alimentarios, siendo una fuente de proteínas y otros nutrientes para el consumo humano y animal, además de permitir fijar el nitrógeno atmosférico cuando se incluyen en los sistemas de cultivo. Sin embargo, su presencia en la agricultura europea no ha alcanzado su potencial, y el continente sigue dependiendo en gran medida de las importaciones de proteínas vegetales, algo que se debe, entre otras razones, a la falta de suficientes variedades de leguminosas que den rendimientos estables y abundantes, adaptadas a diferentes situaciones agroclimáticas y de estrés y con características de calidad adecuadas para la alimentación humana y animal.

Precisamente con el fin de darle a este cultivo el impulso que necesita arrancó el pasado 1 de octubre el proyecto europeo Belis, en el participa el Ciheam Zaragoza y que va a abordar durante cinco años el reto de aumentar la competitividad y sostenibilidad del sector de la mejora genética de leguminosas en la Unión Europea y los países asociados. Un consorcio de 34 socios, incluidos institutos de investigación y técnicos, fitomejoradores y empresas de semillas, así como otros actores relevantes en la materia de 18 países conforman esta iniciativa, cuya reunión de lanzamiento se celebró los días 17 y 18 de octubre en Ancenis (Francia).

"El balance es positivo y el arranque está siendo muy ilusionante. Los beneficios de Belis para Aragón son claros. Por un lado, el aumento de viabilidad y productividad de las explotaciones dedicadas a ello, gracias a la obtención de variedades adaptadas a ambientes similares a los de la región. Hay que tener en cuenta también que la inclusión de leguminosas en los sistemas de rotación tiene un impacto muy positivo en la eficiencia en el uso de recursos. Y, por otro, una repercusión positiva en toda la cadena de valor, desde la producción hasta la transformación y la comercialización. Es decir, agricultores, industrias y mercado, todos ellos actores muy presentes en nuestra Comunidad", explica Joaquín Balduque, gestor de proyectos en el Ciheam Zaragoza. 

La iniciativa se centrará en siete cultivos forrajeros y siete cultivos de grano que representan la diversidad de especies de leguminosas cultivadas en Europa 

Cabe destacar que la iniciativa se centrará en siete cultivos forrajeros (tréboles rojo, blanco y anual, alfalfa, esparceta, lotus y vezas) y siete cultivos de grano (guisante, haba, soja, altramuz blanco, lenteja, garbanzo y judía), que representan la diversidad de especies de leguminosas cultivadas en Europa. 

Ventajas a nivel global

"Belis aportará avances científicos e innovaciones técnicas sobre aspectos clave del proceso de mejora: métodos y herramientas de genotipado y fenotipado, propuestas de caracterización agronómica y tecnológica de variedades, ensayos cruzados en diferentes condiciones y vías para mejorar y homogeneizar los procesos de registro", señala Balduque sobre las ventajas que puede generar la iniciativa a nivel global. Asimismo, agrega que los resultados se transmitirán para diseñar y validar nuevos modelos de gobernanza y negocio para la industria de mejora genética de leguminosas. Se trata, en suma, de un ambicioso plan de creación de redes, difusión, capacitación y explotación que hará llegar sus recomendaciones al sector del fitomejoramiento, a los agricultores y a los organismos reguladores.

El experto considera que, con los medios de mejora adecuados, estos avances genéticos podrían alcanzar los obtenidos en los principales cultivos como los cereales. "El progreso genético logrado en las nuevas variedades podría llegar de forma mucho más eficiente a los agentes de la cadena de valor, y los requisitos específicos de estos podrían tenerse más en cuenta en la mejora", amplía.

Para ello, indica que es clave apostar por cuestiones como un registro de variedades regulado a nivel internacional pero llevado a cabo por las oficinas nacionales de registro; proporcionar información adecuada sobre las variedades disponibles a todos los agentes de las cadenas de valor de las leguminosas y a la industria semillera; y desarrollar modelos de negocio y gobernanza mejorados para permitir que variedades más eficientes, rentables y diversas lleguen a las explotaciones agrícolas.

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