La Feria de Zaragoza coge fuelle para volver en 2024 a cifras prepandemia

El empuje de Smopyc, que se celebra esta semana, junto a los certámenes profesionales del primer semestre dan oxígeno a la institución para recuperar en 2024 la senda de crecimiento, interrumpida por los duros años de la covid y la riada de este verano

Feria de Zaragoza se preparaba este pasado miércoles para acoger a partir del día 22 el Salón Internacional de Maquinaria de Obras Públicas, Construcción y Minería (Smopyc).
Feria de Zaragoza se preparaba este pasado miércoles para acoger a partir del día 22 el Salón Internacional de Maquinaria de Obras Públicas, Construcción y Minería (Smopyc).
Toni Galán

Con empuje y mucho trabajo por parte de los 57 empleados de la Feria de Zaragoza, esta institución va recuperando el pulso tras los difíciles años de la pandemia y el reciente colapso sufrido en sus instalaciones por la fuerte tormenta del pasado 6 de julio. Confían en que la celebración de Smopyc la próxima semana suponga el impulso necesario para que el ejercicio 2024 sea ya el de restablecimiento de la normalidad prepandemia. 

«Este 2023 en cuanto a volumen tanto de expositores como visitantes no se ha recuperado al 100%», reconoce su director general, Rogelio Cuairán. «Ya veremos en 2024. Parece que será un año mejor porque está la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola, FIMA, en febrero, nuestro buque insignia. Ya estamos con su comercialización», apunta.

En 2019, la cifra de visitantes a la Feria de Zaragoza fue de 600.000, pero en 2022 bajó a la mitad, 300.000. «Este año habrá más. Estará más cercano a 2019», anticipa Cuairán por el impulso de Smopyc, un certamen con crecimiento del 5% en firmas expositoras, 964, que ocupan ocho pabellones y abren sus puertas este miércoles. Y en parte, debido también al buen funcionamiento de ferias profesionales este primer semestre como Smagua, Enomaq -Salón Internacional de Maquinaria, Técnica y Equipos para bodegas-, que ya ha dejado cifras por encima de 2019- o Figan, que reunió a 54.376 visitantes».

Aunque por el impacto de la riada y haber estado con las obras de reparación del recinto no se pudo celebrar la Feria General del Pilar, se retomará ahora con un carácter más navideño en diciembre

A expensas de ver qué acogida se le brinda, faltan todavía certámenes por computar para ver cómo se cierra un año que indudablemente habría ido mejor de no haberse producido la tromba de agua en verano. En ese caso, la institución ferial no habría tenido que suspender ni la Feria del Pilar ni la Feria de Negocios de Coferdroza, ya con varias ediciones, y que reúne en septiembre a ferreteros de toda España.

Independientemente de cómo salga el recuento a final de año, «sí hemos recuperado el calendario ferial», destaca el director general de la Feria, con la excepción del Salón internacional de maquinaria de obras públicas, construcción y minería, Spomyc, que llega el próximo miércoles a Zaragoza en su 19 edición y que no tocaba ahora. Sus fechas habituales son en primavera, no en noviembre. Sin embargo, explica, «teníamos muy cerca la edición anterior en 2021, que a su vez se había movido muchísimo por la covid».

Rogelio Cuairán, director de Feria de Zaragoza.
Rogelio Cuairán, director de Feria de Zaragoza.
Toni Galán

Tras unos años de «tormenta perfecta», reconoce Cuairán, ya que se les juntó la limitación en movimientos por las oleadas de covid con la crisis de suministro, trabajan, asegura el directivo, porque 2024 sea el año de la recuperación. «Eso esperamos. No sabíamos que todo lo que nos ha pasado podía ocurrir, incluida la riada que nos inundó todo», indica. 

Por eso no se atreve a hacer previsiones. «La intención es esa», reitera. De hecho, a pesar del impacto de la covid, han redoblado esfuerzos para lanzar nuevos certámenes como Blockchain Expo and DeFi Congress BDZ, en el sector de las nuevas tecnologías, o el CIPEU, el congreso de la industria de las mascotas. «No son del volumen de las grandes ferias pero complementan perfectamente el calendario ferial y la actividad para poder seguir aportando valor a los diversos sectores y a la sociedad», señala.

De la salud financiera de la Feria de Zaragoza, su presidente, Manuel Teruel, comenta que «es evidente que la paralización de ferias durante casi dos años ha generado quebrantos de tesorería que obligan a refinanciar alguna cuota de préstamos». 

No hay que olvidar, apostilla el director, Rogelio Cuairán, que desde que cerró sus puertas FIMA en 2020, poco antes de la pandemia, hasta noviembre de 2021, la Feria no tuvo ni actividad ni ingresos y que durante 2022 se arrastraron las consecuencias de la covid con limitaciones a la movilidad por parte de las empresas tanto del ámbito internacional como nacional y todo eso ha afectado.

No obstante, ambos directivos esperan que en 2024, cuando se celebre FIMA en febrero y la Feria del Mueble en marzo, se pueda hablar ya de «prueba superada y vuelta a la normalidad». Una normalidad, precisa Teruel, «algo diferente, dado que la pandemia ha enseñado a trabajar más con internet y las ferias van a tener que adaptarse a esa nueva realidad añadiendo más contenido congresual para fidelizar al expositor y al visitante».

De si está ultimada la reparación de lo dañado por la fuerte tormenta del verano, el presidente de la Feria de Zaragoza indica que ya se han repuesto todos los equipos y realizado los últimos test de comprobación para celebrar Smopyc con total seguridad. «Queda evaluar el saldo final entre daños y coberturas de seguros, así como las medidas e inversiones a implantar para evitar que vuelva ocurrir un siniestro de esta magnitud», señala. 

Algo que requiere además de los 3 millones invertidos, otros 2, para subir a cota cero todas las instalaciones eléctricas y centros de transformación, ubicados en la galería subterránea que se inundó de 5 metros de agua habiendo tenido que sustituirlos todos, lo que ha supuesto el mayor coste y tiempo. 

La plantilla de la Feria, que tuvo que desplazar en verano su centro de trabajo al Palacio de Congresos, pudo ya volver la última semana de octubre a las instalaciones de la carretera de Madrid al realizarse la conexión eléctrica nueva.

En cuanto a la vocación internacional de la Feria, con marcas ya muy conocidas como Smagua o FIMA, Cuairán demanda más conexiones y frecuencias de los vuelos que operan desde el aeropuerto de Zaragoza. «Nos vendría muy bien», afirma, no solo por la Feria sino por la actividad congresual al llevar también la gestión del Palacio de Congresos.

Mejores accesos e inversión

Y reivindica también al Ayuntamiento lo que llevan años pidiendo y es que haya transporte público a la Feria, ya que es la institución la que financia los autobuses que traen a los visitantes profesionales desde los hoteles. Y por supuesto, la mejora en los accesos, ya que existe un cuello de botella en la única entrada oficial que tienen las instalaciones. «Es verdad que durante la celebración de FIMA podemos abrir por detrás, pero los visitantes salen por un camino de piedra», dice Cuairán.

La Feria de Zaragoza necesita inversiones. «Es un recinto que tiene 40 años y convendría actualizar desde la entrada principal al propio salón de actos y seguir mejorando los procesos de digitalización aunque en los últimos años es una de las partidas que se han seguido manteniendo». Si bien, reconoce, para «dar un salto real» en este campo «habrá que invertir mucho más».

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