Heraldo del Campo

Gran consumo

El futuro del gran consumo se escucha en Zaragoza

El auditorio del Palacio de Congresos de la capital aragonesa se ha convertido esta semana en el escenario en el que las empresas de gran consumo han mostrado sus preocupaciones, han analizado sus retos y han dejado clara sus reivindicaciones.

El Congreso anual de Aecoc reunió en Zaragoza a casi 1.200 asistentes.
El Congreso anual de Aecoc reunió en Zaragoza a casi 1.200 asistentes.
Aecoc

Las empresas del gran consumo se han dado cita esta semana en Zaragoza. El 38º Congreso anual organizado por la patronal del sector (Aecoc) abarrotó el auditorio del Palacio de Congresos de la capital aragonesa donde se escuchó el complicado pasado que han atravesado estas firmas en los últimos años en los que han vivido el mayor incremento de costes de la historia; el presente de "moderado optimismo" con el que se encara el final de año, y el incierto futuro hacia el que tienen que transitar por una senda cuajada de obstáculos inflacionistas, normativos e incluso tecnológicos.

Especial protagonismo tuvieron las firmas alimentarias. Participaron como ponentes los primeros espadas de grandes compañías como Jorge Jaller (Grupo Éxito); Javier Roza (Mantequerías Arias); Alfonso Jiménez (Cascajares); Ana María Morales (Beiersdorf); Pilar Damborenea (General Mills); David Martínez (Makro España) y Yves Claude (Auchan Retail). Y entre los que escuchaban atentamente desde las butacas del recinto se vieron caras tan conocidas como Juan Roig, (Mercadona), Alberto Rodríguez-Toquero (Mahou-San Miguel), Alexandre de Palmas (Carrefour España), Francesc Cosano (Coca-Cola), Ignacio Silva (Deoleo), Tomás Pascual (Grupo Pascual) y José Mª Folache (El Corte Inglés), entre otros.

‘Hablemos de lo importante’ fue el lema elegido para este encuentro organizado por Aecoc, una de las mayores organizaciones empresariales del país que engloba tanto a las mayores compañías como a las pequeñas y medianas empresas y representa sectores tan diversos como el de la alimentación y bebidas, textil, electro, ferretería y bricolaje, salud y hostelería, entre otros. Cuenta con más de 33.000 empresas asociadas, que emplean a 4,5 millones de trabajadores y cuya facturación conjunta supone cerca del 25% del PIB nacional.

Y lo importante para esta organización son los nuevos modelos de negocio, la innovación y los valores, el cambio climático, la superación y resiliencia de sus empresas y aquellos que las lideran, pero también las oportunidades y desafíos que acompañan a la inteligencia artificial y su aplicación a las compañías y, sobre todo, el valor de sus marcas.

A las firmas de gran consumo les ocupa y les preocupa el entorno inflacionista y esos nuevos hábitos de consumo –palpables especialmente en la cesta de la compra– que han llegado no solo con el incremento de los precios sino también con esa conciencia medioambiental que exigen los consumidores e imponen las normativas estatales y comunitarias.

El presidente de Aecoc, Javier Campo.
El presidente de Aecoc, Javier Campo.
Francisco Jiménez

Muy diversos fueron los mensajes que se lanzaron en el auditorio del Palacio de Congresos de la capital aragonesa, abarrotado por los casi 1.200 asistentes (industrias y distribuidores del gran consumo) que acudieron el pasado miércoles y jueves a la llamada de Aecoc.

Los hubo algo inquietantes (y reivindicativos), como el que pronunció el presidente de la patronal y anfitrión del Congreso, Javier Campo. La inflación ocupó buena parte de su intervención y, en especial, esa subida de precios que está castigado sobre todo al sector agroalimentario. "El precio de los alimentos ha crecido un 20% respecto a enero de 2022", recordó Campo, que lamentó las "injustificadas e inmerecidas críticas" que se han lanzado contra la distribución. "Las empresas no son los causantes de este incremento", insistió. En su opinión, han sido "unas víctimas de la situación", que han "actuado como dique de contención para no trasladar el impacto total de la inflación sobre los consumidores, a costa de un estrechamiento de los márgenes que ha tensionado su rentabilidad".

Según sus cifras, las empresas del sector están creciendo entre un 6% y un 7% con la inflación de los alimentos por encima del 10%. Porque lo que ha ocurrido es que los consumidores se ven obligados a comprar productos más baratos y de menor valor añadido. En la cesta de la compra hay más pollo y más huevos, pero menos carne y pescado. Y toma posiciones la marca blanca, cuyo peso en España se ha elevado hasta el 43% en el último trimestre, superando a Alemania y el Reino Unido y convirtiendo al país en líder de Europa en la importancia de estos productos en la cesta de la compra.

El panorama que se dibuja en el futuro más próximo no es precisamente más prometedor. Campo se mostró confiado en que la inflación se irá moderando en los próximos meses, pero advirtió que ahora la preocupación de las empresas es la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores. "La tasa de ahorro llegó a máximos durante la pandemia, pero hoy en día vuelve a estar en niveles precovid, alrededor del 7%, lo que, sumado a la precaución de los consumidores por la inflación, genera incertidumbre sobre el consumo".

Inquieta también el reto de la sostenibilidad. Pero no por la capacidad de la firmas para implantar medidas respetuosas con el medio ambiente. "Las compañías líderes del gran consumo han reducido en un 31% sus emisiones de CO2 en los últimos años", señaló. Lo que genera incertidumbre es el "tsunami normativo" que llega desde Bruselas. "Hemos llevado la gestión empresarial en cuestión medioambiental de lo voluntario a lo regulatorio", afirmó, para lamentar "el tiro en el pie" que se ha dado España al querer ser el primer y único país de Europa en imponer un impuesto al plástico justo en el momento en el que el sector trabaja en el peor escenario de costes de la historia.

"Moderado optimismo"

Hubo también mensajes positivos. Uno de ellos lo lanzó el consejero delegado de Makro en España, David Martínez, que avanzó –aunque no concretó cifras– que su compañía cerrará un "buen" ejercicio fiscal, en el que se han conseguido los "ambiciosos" objetivos que la firma se había marcado en 2023. Eso sí, destacó, este éxito se ha conseguido a costa de "sacrificar" el margen bruto.

El consejero delegado detalló que Makro prevé doblar su crecimiento hasta 2030 y para ello va a continuar con su ‘hoja de ruta’ para España, donde planea seguir consolidando su expansión en el país durante los próximos tres años, aunque prefirió no dar detalles sobre las nuevas ubicaciones.

Y aún más, en este "año tan complejo", la compañía encara la inminente campaña navideña con un "moderado optimismo", porque, según señaló, el último trimestre está comenzado bien y esta será la primera Navidad que se consumirá "normal" tras la covid. "Además, estamos viendo que los hoteles están mostrando una tendencia sostenida de ocupación y de tráfico en los restaurantes", añadió.

Mensajes ejemplarizantes

El de Alfonso Jiménez, fundador de Cascajares, empresa dedicada a la producción de platos preparados, fue un mensaje emotivo, pero, sobre todo, un ejemplo a la resiliencia y a la lucha contra la adversidad. Explicó que a comienzos de 2023 la empresa parecía estar en su mejor momento. Después de los difíciles momentos de la pandemia, había cerrado el ejercicio con una facturación de 12 millones de euros de facturación, un 20% más que un año antes y ya calculaba llegar a los 20 millones a finales del este 2023.

El presidente de Cascajares, Alfonso Jiménez.
El presidente de Cascajares, Alfonso Jiménez.
Aecoc

Jiménez tenía entonces la sensación de "estar tocando el cielo con los dedos". Un cielo que se desplomó a las tres de la madrugada del 26 de enero cuando oyó sonar su móvil. "A esas horas no podía ser nada bueno", recordó. Y era lo peor. Su planta de Dueñas (Palencia) estaba ardiendo y las llamas, que por suerte no causaron daños personales, devoraba por completo las instalaciones.

Jiménez no se permitió soltar ni una lágrima y mucho menos tirar la toalla y, aunque vivió un viaje a los infiernos, con muchas noches en vela y frecuentes pesadillas "en las que veía las vigas de la fábrica desplomándose", decidió aferrarse a "una fuerza interior", que asegura que no sabía ni que tenía.

Ocho meses después y una inversión de 12 millones de euros, explicó Jiménez en el Congreso de Aecoc, Cascajares cuenta con "la fábrica de platos preparados más innovadora de Europa", con capacidad para producir 3 millones de kilos de producto al año, lo que supone triplicar los volúmenes de la anterior instalación.

Así, Cascajares vuelve a soñar y ya se marca como objetivo duplicar la facturación previa al incendio en un plazo de tres años para alcanzar los 30 millones de euros. Estas previsiones se fundamentan en sus actuales números. De hecho, explicó Jiménez, la empresa ha recuperado el 85% del volumen de ventas de 2022. "Diez días después del incendio ya teníamos una fábrica auxiliar para seguir con la producción; este esfuerzo nos ha permitido mantenernos en el mercado, continuar con nuestros clientes y salvar todos los puestos de trabajo", explicó el presidente de Cascajares, que aseguró que el mayor mérito "ha sido no perder gente". Actualmente, la planta da trabajo a un centenar de personas.

Con el ánimo alto encara también el presidente de Cascajares una campaña de Navidad que anticipa "buena". Confía en que la compañía amplíe un 15% sus ventas y espera hacerlo con el lanzamiento de un nuevo producto que resume su experiencia y le añade un toque solidario. Le ha llamado ‘El Ave Fénix’ y es una pularda rellena asada, que se ha elaborado con la colaboración del chef José Andrés. "Por cada una que se venda vamos a plantar un árbol para reforestar la Sierra de la Culebra en Zamora", arrasada en 2022 por dos violentos incendios.

De resiliencia habló Paula Bilbisiana, fundadora y consejera delegada de Balbiano, compañía especializada en tartas artesanales, que detalló cómo la empresa, en la que el 90% de las ventas llegaban del retail, tuvo que reinventarse cuando llegó la pandemia. "Decidimos apostar por el canal ‘on line’ y fuimos los primeros en mandar tartas por toda España", detalló Bilbisiana, que recordó la inestimable ayuda que supuso el boca a boca. "La gente se volvió loca: en 2019 facturábamos 80.000 euros al mes y en abril de 2020 llegamos a 120.000", explicó Balbiano. Ahora, el 50% de las ventas de esta empresa proviene de las tiendas, un 25% del e-commerce y un 25% del canal retail y horeca.

Mensajes futuristas

El toque futurista (o ya no tanto) lo puso el presidente de Microsoft España, Alberto Granados, que asegura que la inteligencia artificial (IA) ha pasado de ser algo futurible a una realidad que impulsa los negocios y mejora su competitividad. De hecho, según señaló en el Congreso celebrado en Zaragoza, la IA va a ayudar a revertir la productividad laboral "con un posible crecimiento de hasta el 3,3% anual". También para las empresas de gran consumo, ante cuyos representantes insistió en que la aplicación de inteligencia artificial generativa en gran consumo generará 660.000 millones de dólares adicionales al PIB anual. "Es, por tanto, una oportunidad de crecimiento sin precedentes para empresas de todos los tamaños e industrias", añadió.

Así lo consideró también el presidente de Aecoc, que reconoció que hay numerosos ámbitos en los que la IA puede mejorar la operativa actual, entre los que destacó el pricing (precios), atención al cliente, sistemas de previsión de demanda... Y aunque aseguró que "las curvas de aprendizaje son más largas de lo que se esperaba", invitó a las empresas a incorporarla a sus procesos en el menor plazo posible.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión