Inmaculada Martín (Zaragoza, 1969) es Catedrática de Genética en el Departamento de Anatomía, Embriología y Genética Animal de la Facultad de Veterinaria e Investigadora de Ciberned y del IA2, instituto del que es miembro desde su creación. Ha publicado más de 100 artículos en revistas indexadas y colaborado en numerosos contratos con asociaciones ganaderas y empresas del sector. Ha sido profesora secretaria de la Facultad de Veterinaria los últimos cuatro años, coordinadora del Máster de Salud Global de la Universidad de Zaragoza desde su inicio y de la Línea Estratégica de Investigación (LEI) One Health del IA2.

¿Qué supone para usted haber sido elegida para este cargo?

Como investigadora del instituto desde sus inicios, para mí supone un honor y un privilegio tener la posibilidad de ser su directora. Es un puesto sin duda enriquecedor a nivel personal y conlleva una gran responsabilidad. Habrá que trabajar para aunar esfuerzos y que, entre todos, alcancemos los retos que tenemos por delante. Afortunadamente no estoy sola, cuento con una gran comisión de dirección y un excelente equipo de gestores de proyectos, de servicios y administrativo para llevar a cabo esta tarea.

¿Cuáles son sus principales retos?

El instituto es un referente en la investigación del sector agroalimentario en Aragón. Nuestro principal reto es mantener esta posición y mejorarla en lo posible. Para ello, tenemos que impulsar la colaboración multidisciplinar entre los distintos grupos del instituto, fomentar la adquisición y formación en nuevas tecnologías, atraer y retener talentos, captar financiación para la adquisición de infraestructuras y llevar a cabo proyectos de investigación de calidad. Igual de importante es la transferencia de los resultados de investigación a la sociedad, debemos realizar una investigación de calidad y aplicable al sector agroalimentario. Por último, creemos que es importante trabajar en la internacionalización del instituto.

¿Dónde están los actuales estándares de excelencia de la investigación y hasta dónde los quiere llevar? ¿Cómo va a hacerlo?

El IA2 cuenta con un excelente nivel respecto a producción científica y proyectos de investigación nacionales e internacionales, y mejora cada día en la captación de financiación europea. Debido a la naturaleza de su investigación, el número de contratos privados de transferencia de tecnología es significativo. Apoyaremos a nuestros investigadores desde la administración del instituto en la captación de financiación nacional y fomentaremos su participación, especialmente en las convocatorias europeas. Continuaremos las labores de transferencia y divulgación, incorporando un enfoque más sanitario. Mejoraremos la oferta tecnológica comunicando las capacidades del instituto y estableciendo colaboraciones con otros centros de investigación o entidades privadas. Potenciaremos la formación de nuestros investigadores en emprendimiento, para valorar la posibilidad de creación de ‘spin off’ o patentar los resultados de investigación. Finalmente, debemos participar en convocatorias de internacionalización que permitan la movilidad y cooperación con otros centros de investigación.

¿Cuáles serán las líneas maestras del plan estratégico que quiere llevar a cabo?

El plan estratégico del instituto ha de ser un trabajo de todos. Solicitaremos a los investigadores un análisis profundo de la situación de la investigación en las áreas en las que son expertos. Con ellos, estableceremos los objetivos y las líneas estratégicas de investigación que el instituto deberá abordar, incluyendo los desafíos del sector ante el cambio climático, la relación de los sistemas agroalimentarios con la salud de humanos, animales y ecosistemas desde una perspectiva One Health, la aplicación de nuevas tecnologías en agricultura, ganadería y tecnología de alimentos, la producción sostenible desde un enfoque medioambiental, económico y social y la investigación de mercado.

¿A qué achaca la dificultad para lograr retener el talento investigador?

La carrera investigadora es apasionante, pero está llena de obstáculos. El limitado número de contratos predoctorales dificulta la incorporación de estudiantes con talento. Una vez concluida la tesis doctoral, resulta casi imprescindible realizar una estancia postdoctoral que, a veces, es demasiado larga o supone pérdida permanente de talento. Se necesitaría la creación de una carrera investigadora real en el ámbito de los institutos de investigación universitarios, en la que se contemplen plazas de investigadores sin estar asociadas a necesidades docentes.