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La D. O. Calatayud mejora sus previsiones y prevé recoger 10 millones de kilos de uva

Comienza, con una semana de adelanto, la vendimia en la denominación de origen que más tarde inicia la recolección. Habrá menos producción pero "de calidad excepcional".

Empieza la vendimia 2023 en la DOP Calatayud.
Comienza la vendimia en la denominación que más tarde inicia la recolección.
D. O. Calatayud

Los vendimiadores ya están en los campos de la D. O. Calatayud, la denominación de origen aragonesa que más tarde comienza la recolección. No ha sucedido como en la pasada campaña en la que los viticultores y las bodegas tuvieron que adelantas 15 días la vendimia –a mediados de septiembre– convirtiendo la cosecha de 2022 en la más temprana desde que existe la denominación. Ahora la recolección llega más ajustada a las fechas habituales, aunque como reconoce el presidente del consejo regulador, Miguel Arenas, ha comenzado una semana antes de lo habitual. "Quizá, con el cambio climático haya que acostumbrarse a estas nuevas fechas", matiza.

Han sido las lluvias de septiembre las que han permitido que el fruto aguantara más días en la viña que el pasado año. Y han sido estas bienvenidas precipitaciones, además de la caída de las temperaturas sobre todo por las noches, las que hacen prever que la merma en la cosecha no será tan abultada como se esperaba.

"La primavera fue muy seca y aunque junio llegó lluvioso y alivió el estrés hídrico de la planta que recuperó el vigor, el calor de las semanas centrales de agosto fue brutal por lo que estimábamos que la cosecha se reduciría un 20%", explica Arenas. Pero septiembre comenzó con precipitaciones y una bajada de las temperaturas, lo que ha permitido a los responsables del conocido como ‘Viñedo extremo’ mejorar las previsiones. Se espera ahora una vendimia que rondará los 10 millones de kilos de uva. La cifra es un 10% inferior a la producción recogida (contra todo pronóstico) el pasado año, en el que fueron 12,5 los millones de uva que llegaron a las bodegas. Sin embargo, el máximo responsable del consejo regulador, recuerda que la cosecha de este año, aunque más corta, se sitúa en la media de la denominación, "en la que ha habido años en los que se han recogido poco más de 7 millones de kilos y campaña que han sorprendido con hasta 14 millones", matiza.

Habrá menos producción, pero la uva que está llegando a las bodegas presenta una "calidad y sanidad excepcional", destaca Miguel Arenas. Esa falta de precipitaciones y el intenso calor que ha mermado la cosecha ha hecho posible, sin embargo, que el cultivo se desarrollara sin apenas incidencias de plagas y enfermedades, "debido también a la sostenibilidad natural de los viñedos altura, con el viento barriendo las viñas y evitando que los hongos puedan proliferar a causa de la humedad", detalla el presidente de la D. O.

También ha ayudado la sequía, que ha llevado el nivel de humedad a sus mínimos, "lo que ha permitido iniciar la vendimia con un estado sanitario excelente de la uva y de la viña", insiste. A ello se suma, añade, que las viñas viejas de garnacha responden muy bien a estas épocas de sequía, ya que sus raíces se encuentran a más profundidad que los viñedos jóvenes, "lo cual ha sido un elemento diferenciador y generador de valor añadido para los vinos de la denominación".

La D. O. Calatayud mira ahora hacia los mercados, aunque lo hace con tranquilidad, porque aunque en la demanda interior está bajando, sus ventas al exterior (el 85% se exporta a más de 45 países) se están realizando, no con la misma agilidad que antes, pero sin problemas. «Todo lo que sacamos lo vendemos, no nos quedan grandes excedentes sin poder comercializar», concluye Miguel Arenas.

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