Agricultura

La D. O. Campo de Borja pide ayuda a las Administraciones ante las dificultades que atraviesa la viticultura

La denominación de origen zaragozana ha celebrado en Ainzón su Fiesta de la Vendimia con la previsión de recoger una cosecha de 25 millones de kilos de uva, en la media de los últimos diez años.

Pisado de las uvas en el acto central de la fiesta de la vendimia.
Pisado de las uvas en el acto central de la fiesta de la vendimia.
Ángel Zaro

El presidente del consejo regulador de la Denominación de Origen Campo de Borja, Eduardo Ibáñez, ha pedido este viernes ayuda a las Administraciones para que el sector vitivinícola pueda afrontar el complicado escenario y las numerosas dificultades que está atravesando en los últimos años.

"Tras la pandemia, el incremento de la inflación, la subida del precio de las materias primas y de la energía y el descenso de las ventas y la bajada de las ventas, los viticultores vivimos momentos de incertidumbre, por eso pedimos ayuda a las Administraciones", ha señalado el máximo responsable de la D. O. durante su intervención en la celebración de la XXXIII Fiesta de la Vendimia que ha tenido lugar en Ainzón. momento que simboliza el inicio de la cosecha, que este año se estima rondará los 25 millones de kilos de uva. La cifra, como recordó Ibáñez, se sitúa en la cosecha media de los últimos diez años, pero inferior a la de 2022 cuando se vendimiaron 29 millones de kilos.

Habrá menos producción, pero "si no se estropea en el último momento", será "de muy buena calidad", ya que las condiciones climáticas han hecho que el fruto esté llegando a las bodegas en "perfectas condiciones sanitarias", ha detallado.

El presidente de la D. O. reconoció que lo que preocupa es el comportamiento de los mercados. En lo que va de año, las ventas se han reducido un 10% respecto a la campaña pasada "que ya fue muy mala". Confía, sin embargo, en cerrar este 2023 con 15 millones de botellas comercializadas –llegan a 64 países–, un objetivo que, sin embargo, está todavía alejado de las cifras prepandemia, cuando la denominación de origen alcanzó unas ventas de 20 millones de botellas.

"Las ventas están fatal, tanto a nivel nacional como internacional, porque además el consumo de vino también ha bajado mucho", ha lamentado el máximo responsable de esta denominación conocida como el Imperio de la Garnacha. "Es un año muy difícil y muy complicado", ha añadido.

Durante su intervención en el acto, Ibáñez ha repasado el ambicioso proyecto para recuperar las garnachas históricas en el que trabaja la denominación y destacó que el reto más importante que de la D.O. para los próximos años es "contar con una nueva sede".

El primer mosto

A pesar de todas las dificultades e incertidumbres a los que se enfrenta el sector, no solo en Aragón sino en toda España, la Denominación de Origen Campo de Borja ha celebrado una de sus jornadas más festivas. La Fiesta de la Vendimia, que coincide con el Día Internacional de la Garnacha, comenzó ayer con la imposición de la banda a la ‘reina de la vendimia’. Tras la celebración de una eucaristía, llegó el momento más esperado por todos los asistentes, el tradicional pisado de las primeras uvas.

Un grupo de niños procedentes de cada una de las 18 localidades que integran Campo de Borja han sido los encargados de llenar las cubas en las que los pisadores de esta edición, Ángel Luis Serrano y su hija Mónica Serrano, acompañados por otras dos parejas de niños, han bailado sobre el fruto para obtener el primer mosto de la cosecha de 2023.

Al acto ha asistido el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Ángel Samper, que ha asegurado sentirse "muy honrado" de participar en el acto, uno de los primeros desde su nombramiento en el mes de agosto.

Samper, que recordó que él también procede del mundo rural, ha lamentado que "el desconocimiento de lo que pasa en el medio rural es un problema grave". Por ello, ha mostrado su apuesta por "crear un espacio didáctico y de puesta en común con una estrategia de comunicación para abordar este tema".

El consejero ha vuelto a insistir en la necesidad de situar a la agricultura en el mismo nivel que educación y la sanidad. "Sin alimentación el mundo no funcionaría", ha señalado.

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