Las D. O. aragonesas recogerán en vendimia más de 116 millones de kilos de uva

Cariñena y Borja prevén cosechar un 28% y un 20% menos que el año pasado, Somontano estima un incremento del 15% y Calatayud, acercarse a la cifra de 2022.

Vendimia con maquinaria en campos de Cariñena, este sábado.
Vendimia con maquinaria en campos de Cariñena, este sábado.
José Miguel Marco

La vendimia 2023 ya está en marcha en Aragón, con buenas expectativas en términos generales para las bodegas de las cuatro denominaciones de origen de la Comunidad, que vieron cómo la pasada sequía del invierno y la primavera fue compensada en gran parte por la abundancia de lluvias en el mes de junio. Así, las previsiones apuntan a una caída en el volumen de la cosecha media de los últimos diez años y en particular de 2022, pero con una uva «de muy buena calidad", según coinciden en destacar los presidentes de los consejos reguladores de las DO de Cariñena, Campo de Borja, Somontano y Calatayud. En total, entre las cuatro prevén recoger más de 116 millones de kilos de uva.

«Este año la vendimia se ha adelantado algo pero será menor que la del año pasado», señaló a este diario Antonio Ubide, presidente de la DO Cariñena, que precisó que sus estimaciones pasan por recolectar esta campaña unos 60 millones de kilos de uva, una cifra muy inferior a la media de los últimos años, que es 83 millones (en 2022 recogieron 82). «La viña brotó pronto y de calidad vamos bien», añadió el responsable de la denominación más antigua y grande de Aragón, donde este año se estará vendimiando hasta el 8 o 10 de septiembre.

En la misma línea se pronunció el presidente de la DO Campo de Borja, Eduardo Ibáñez, que reconoció el temor que generó la pertinaz sequía de primavera y el alivio con el que se recibieron las lluvias de junio. «No recuerdo un año con la uva tan sana», aseguró con ilusión tras reseñar que han iniciado la vendimia recogiendo alguna variedad, pero precisando que el plazo fuerte de la campaña será a mediados de septiembre, con la recogida de la garnacha. Este año, indicó, prevén cosechar entre 24 y 25 millones de kilos de uva, un 20% menos que en 2022. «Queda tiempo aún para saber si los número serán esos, porque somos una DO muy tardía en la recolección y los enólogos piden que la uva entre madura», señaló también.

La más optimista

La Denominación de Origen Somontano es la que tiene en Aragón las mejores expectativas para la actual vendimia, con una previsión de 20 millones de kilos de uva, cifra que supera con crecer la media de los últimos diez años, que es 173 millones. "Cuando estás por encima de la media se puede catalogar la que viene como una buena cosecha", declaró Francisco Berroy, presidente de la DO oscense. «Hemos empezado en general esta semana, como suele siendo habitual después de la Virgen de agosto, y a diferencia de lo que ha ocurrido en Zaragoza aquí no hemos tenido tanto calor», añadió. Como las otras DO, la del Somontano sufrió los efectos de un invierno y una primavera «extremadamente secos», que fueron compensados después con las lluvias de junio y el hecho de que un 25% de su superficie está en regadío. «Contar con una cosecha que estará por encima de la media (un 15% más) nos permitirá seguir consolidando el vino de Somontano en nuestros mercados habituales», incidió Berroy.

«La previsión es buena, las lluvias tardías de junio aliviaron la situación y tendremos unas viñas supersanas», apuntó por su parte Miguel Arenas, presidente de la DO Calatayud, la más tardía de las cuatro aragonesas en el calendario de la vendimia 2023. «Auguramos una cosecha de buena calidad», aseguró asimismo tras asegurar que con una previsión de entre los 11,5 y los 12 millones de kilos de uva, esperan acercarse a la extraordinaria cifra registrada en 2022, que fue de 12,6 millones de kilos, un dato «inesperado» en su momento después de prever en septiembre que alcanzarían los 9 millones e incrementar finalmente la producción un 27% respecto a los 9,88 millones de la vendimia 2021.

Los mercados

En cuanto a los mercados a los que irán destinados los caldos surgidos de las bodegas aragonesas, los representantes de las DO coinciden en señalar lo difícil que está resultando recuperar las ventas que tenían antes de la pandemia.

Afectados directa o indirectamente por cambios de aranceles en Estados Unidos, el ‘brexit’ o la guerra en Ucrania, los productores de vino han tenido que hacer un esfuerzo extra en lo que tiene que ver con sus costes de producción e intentar acercarse a las cifras de negocio precovid, pero en ello están. La exportación, en todo caso, es la principal fuente de ingresos, no en vano Cariñena vende fuera de España el 65% del total de sus caldos, porcentaje que es similar en el caso de la DO Campo de Borja e incluso superior en la de Calatayud. Estados Unidos, Reino Unido y Canadá destacan como destinos fundamentales, pero también lo son otros países europeos y empiezan a serlo mercados más distantes como China o los ubicados en Centro y Sudamérica.

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