La nominación de Buch al BCE aumenta las posibilidades de Calviño en la carrera por el BEI
La elección de la vicegobernadora del Banco de España para liderar el supervisor bancario de la eurozona habría dificultado que fuese también una española quien se hiciese con otro de los altos cargos económicos dentro de la UE.
La nominación de la alemana Claudia Buch para presidir el Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), puesto para el que competía con la española Margarita Delgado, aumenta las posibilidades de que la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, sea elegida para dirigir el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
La elección de la vicegobernadora del Banco de España para liderar el supervisor bancario de la eurozona habría dificultado que fuese también una española quien se hiciese con otro de los altos cargos económicos dentro de la Unión Europea, que tradicionalmente vela por el equilibrio geográfico al frente de sus instituciones.
La nominación de Buch, en todo caso, aún debe ser avalada tanto por el Parlamento Europeo - cuya comisión de Asuntos Económicos prevé votar el próximo miércoles y el pleno decidirá si validar en las semanas posteriores - como por el Consejo de ministros de Economía de los Veintisiete.
Por otro lado, para presidir el banco público de la UE hace falta el apoyo de al menos 18 de los 27 Estados miembros, que son los accionistas de la entidad, que representen al menos un 68 % de su capital, lo que en la práctica significa que para decantar la balanza hace falta el "sí" de al menos dos de los grandes socios: Alemania, Francia e Italia.
La elección de Buch para el Mecanismo Único de Supervisión aumenta las posibilidades de que Alemania dé su apoyo a Calviño, cuya principal rival para el puesto es la comisaria europea de Competencia y exministra danesa Margrethe Vestager.
La política liberal ha tenido roces con Francia por su negativa como responsable de Competencia a apoyar la idea francoalemana de crear "grandes campeones europeos" industriales y, más recientemente, por haber elegido a una economista estadounidense como directora general de este área en el Ejecutivo comunitario.
Ni París ni Berlín se han pronunciado todavía sobre a quién apoyarán, mientras que Italia ha presentado su propio candidato para sustituir a Werner Hoyer al frente del BEI: el exministro de Finanzas Daniele Franco.
En su contra podría jugar el que Roma vaya a mantener, a priori, su silla en el comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), ya que el Eurogrupo prevé confirmar el viernes la nominación del vicegobernador del Banco de Italia, Piero Cipollone, para sustituir a su compatriota Fabio Panetta a partir del 1 de noviembre.
Los otros dos candidatos en liza para dirigir el BEI son dos de sus actuales vicepresidentes: la polaca Teresa Czerwinska y el sueco Thomas Ostros.
Bélgica, que preside actualmente el consejo de gobernadores del BEI, abrió oficialmente el viernes pasado la ronda de consultas para buscar un candidato con el apoyo necesario y está previsto que los ministros de Economía y Finanzas de la UE -que son también los gobernadores de la entidad- discutan la cuestión en los márgenes de la reunión informal que celebran en Santiago de Compostela este viernes y sábado.
El tema podría incluirse oficialmente si así lo solicita Bélgica, aunque no existe un plazo formal para tomar la decisión por lo que la cita podría saldarse sin una nominación.
El elegido presidirá el BEI a partir de 2024 por un mandato de seis años renovable y tendrá un sueldo mensual de unos 31.000 euros.
