Calviño debe ganarse el favor de París y Berlín en la campaña para presidir el BEI

El voto del eje franco-alemán es clave en la carrera por el puesto, en la que la comisaria danesa Margrethe Vestager es la clara favorita

CÁDIZ (ANDALUCÍA), 12/08/2023.-. La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha atendido este sábado a los medios de comunicación en la subdelegación del Gobierno en Cádiz, donde ha expresado "el honor" que supone que España la presente como candidata a la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y dice que sólo una candidatura con su nombre tenía las "máximas opciones de éxito". EFE/Román Ríos
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño en una imagen de archivo.
Román Ríos

Con el curso europeo en su recta final -apenas quedan nueve meses para las elecciones europeas de 2024- comienzan los movimientos de los grupos políticos para repartirse los cargos relevantes de las instituciones de la Unión Europea (UE). Uno de ellos es la dirección del Banco Europeo de Inversiones (BEI), al que aspira la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. Enfrente tiene a una gran rival, la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, con un gran peso en la capital belga y que es la clara favorita para hacerse con el puesto. La próxima directora de la institución deberá lograr el apoyo de las familias políticas, así como el de las capitales europeas, un proceso en el que el voto de París y Berlín será clave. Recientemente Calviño ha destacado la importancia del BEI, "una institución financiera que tiene un papel fundamental para impulsar la inversión público-privada". La ministra ha defendido que la candidatura española "es fuerte" y se ha mostrado "motivada" en la carrera para presidir la institución europea, aunque no dejará sus funciones mientras dure la campaña (algo que sí ha hecho Vestager). A su favor tiene su experiencia al frente del presupuesto de la Comisión Europea y su talante negociador, clave para defender los intereses de España en los debates económicos a nivel de los Veintisiete. En esta carrera no solo influyen las capacidades de los aspirantes, sino también las negociaciones entre las grandes formaciones políticas. Vestager cuenta con el apoyo de los liberales europeos de Renew Europe, el tercer grupo de la Eurocámara, mientras que Calviño es la apuesta de los socialdemócratas (S&D), la segunda fuerza del hemiciclo.

Pero la verdadera negociación tendrá lugar a nivel diplomático entre las capitales europeas. Vestager es la candidata por Dinamarca y espera recabar los votos de los países austeros (Austria, Suecia.), conocidos por defender la mano dura en materias de política fiscal comunitaria. Calviño, por su parte, será la encargada de defender los intereses de los Estados del 'sur'. Italia ha hecho pública su intención de presentar al exministro de Finanzas del Ejecutivo de Mario Draghi, Daniele Franco, y en la lista de candidatos también figuran dos vicepresidentes de la institución -Teresa Czerwinska y Thomas Östros-; pero todo indica que la carrera para dirigir el BEI estará entre la aspirante española y la danesa. Ambas deberán ganarse el favor de Alemania y Francia para decantar la balanza a su favor. Y aquí, la buena sintonía de Calviño con el canciller alemán Olaf Scholz podría ser determinante, así como su puesto como ministra de Finanzas. Vestager cuenta con un perfil profesional de mayor calado; sin embargo, su relación con el Elíseo ha estado marcada por los desencuentros después de que la comisaria bloqueara la fusión entre Alstom y Siemens. La política danesa también se ha mostrado contraria a otorgar inversiones a la energía nuclear, clave para el sector energético francés.

Se espera que la reunión de ministros de Finanzas de la UE de la próxima semana en Santiago de Compostela sirva para "dar un paso adelante" en el proceso de elección. Un debate inicial en el que los Veintisiete revelarán sus cartas, a la espera de que el actual director del BEI, el belga Werner Hoyer, decida cuándo se votará a su sucesor en el cargo. Para hacerse con el puesto, el aspirante en cuestión deberá lograr una doble mayoría cualificada: por un lado, el apoyo de catorce de los 27 Estados miembros; y, por el otro, el voto favorable de más del 50% del accionariado de la institución. Francia, Alemania e Italia son los países con más peso en la participación del BEI -cuentan con un 18% cada uno-, por lo que podrían vetar las candidaturas que no sean de su agrado. España, por su parte, tiene un 16% y Países Bajos y Bélgica cuentan con cerca del 5% cada uno.

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