La pensión de los nuevos jubilados se mantiene congelada desde hace tres años

Los asalariados que se retiran cobran 1.529 euros, solo un 7% más en la última década, frente al alza del 39% de todos los jubilados del sistema.

Una pareja de jubilados operan en el cajero automático de una entidad bancaria en Zaragoza.
Una pareja de jubilados operan en el cajero automático de una entidad bancaria en Zaragoza.
Laura Uranga

La subida histórica que han experimentado este año las pensiones debido a la elevada inflación no está impactando en todos los mayores. Los nuevos jubilados que acceden por primera vez a la Seguridad Social no están viéndose beneficiados de esta medida y su prestación media se mantiene prácticamente congelada en los últimos tres años, a diferencia del fuerte aumento de 120 euros más al mes que se aprecia en la pensión media de jubilación.

Así, los trabajadores que se han ido jubilando a lo largo del primer semestre del año cobran de media 1.529 euros al mes, repartidos en 14 pagas, apenas un euro más de lo que ingresaban quienes se retiraron en 2020 y muy similar a lo que recibían en 2022, según se desprende de los datos publicados este martes por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social.

Es más, la pensión media de los nuevos jubilados del Régimen General se ha reducido en lo que va de año en 235 euros mensuales, puesto que su nómina en enero tocó un nuevo máximo al alcanzar los 1.764 euros. Esta elevada cuantía se debe, en gran parte, a la avalancha de jubilaciones anticipadas que se registraron a final del año pasado para beneficiarse de la subida del 8,5%, un alza que provocó incluso que hubiera trabajadores a los que les compensaba retirarse antes de tiempo del mercado laboral para acogerse a esta revalorización y acceder con una edad inferior a la que marca la ley. Y las jubilaciones anticipadas, pese a que están penalizadas -de forma más acusada con la última reforma de las pensiones-, son las más generosas del sistema, pues habitualmente los trabajadores que se retiran antes de tiempo son los que cuentan con unos salarios más elevados y pueden, por tanto, permitirse estos recortes en la paga.

Por ello, los ingresos de quienes acceden por primera vez a la jubilación son prácticamente iguales al salario medio de los trabajadores españoles, que se sitúa en 1.561 euros al mes repartidos en 14 pagas, apenas 32 euros más que los nuevos jubilados, según los datos de 2022 publicados recientemente en un informe de Adecco.

Esto se debe a que España es uno de los países desarrollados con una tasa de sustitución más elevada, lo que quiere decir que un trabajador que se jubila cobra más de un 70% de los ingresos que recibía de salario, lo que supone un fuerte esfuerzo presupuestario para la Seguridad Social, puesto que las cotizaciones sociales no son suficientes en la actualidad para pagar las prestaciones.

Así, las últimas reformas de las pensiones, principalmente la del año 2010, se han dirigido a tratar de contener las pensiones de los nuevos jubilados con un endurecimiento de las condiciones, lo que implica retrasar la edad legal de retiro y penalizar más las altas antes de tiempo, así como aumentar los años de cotización que se tienen en cuenta para calcular la pensión: si en 2011 eran los últimos 15 años de vida laboral, desde 2022 se alcanzó el hito de los 25 años y ahora se irá de nuevo retrasando muy paulatinamente.

Estas medidas han surtido efecto y han provocado una contención en la pensión media de los trabajadores que acceden al sistema, que ha crecido apenas un 7,3% en la última década, al pasar de 1.424 euros en 2013 a los 1.529 actuales para quienes han cotizado por el Régimen General, solo 105 euros más.

En el lado contrario, la pensión media de jubilación del sistema se ha disparado en 120 euros al mes en apenas un año, debido a dos factores: en primer lugar, a la revalorización inédita del 8,5% que han experimentado este año; y, en segundo lugar, a que las pensiones de quienes entran son más elevadas que las de quienes se van. De esta manera, los jubilados españoles cobran ya una media de 1.375 euros al mes en agosto, casi 400 euros más en la última década, una subida del 39%, cinco veces más que la registrada para las nuevas altas.

Gasto récord

Esta fuerte revalorización ha provocado que la Seguridad Social haya destinado este mes de agosto la cifra récord de 12.039,2 millones de euros para el pago de la nómina ordinaria mensual de pensiones contributivas, un 10,9% más que en igual mes de 2022. Casi tres cuartas partes de este presupuesto se dirige a abonar la nómina de los más de 6,3 millones de jubilados.

Y este gasto, lejos de contenerse, aumentará en los próximos años con la llegada de la jubilación de la generación del 'baby boom'.

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