Cebolla de Fuentes de Ebro prevé una cosecha similar a 2022 pese al descenso de superficie

La denominación de origen zaragozana estima esta campaña una producción algo superior a los 2,5 millones de kilos.

Una parcela de Cebolla de Fuentes de Ebro, que comenzará la recolección a finales de junio.
Una parcela de Cebolla de Fuentes de Ebro, que comenzará la recolección a finales de junio.
J. B.

Quedan apenas unas semanas para que comience la recolección de uno de los productos más diferenciadores de la huerta de Fuentes de Ebro y su entorno. La recolección de su característica cebolla dulce que desde 2010 luce el distintivo de denominación de origen se iniciará a finales de este mes de junio o, como mucho, nada más comenzar el mes de julio.

"La cosecha no tiene mala pinta", asegura el presidente de la D. O., Jesús Berdusán, que, dada la incertidumbre que está provocando las continuas sorpresas con las que se presenta el clima, añade cierta cautela a su afirmación. "Si no pasa nada, la campaña se presenta bien", añade.

Las previsiones de la denominación de origen son similares a las del pasado año. "Recogeremos algo más de 2,5 millones de kilos", explica Berdusán. Es cierto que en 2022 la producción fue menor de lo esperado porque las abrasantes temperaturas que soportó Aragón durante los meses de verano mermaron la cosecha.

Si en esta campaña no se espera una mayor producción no es por las inclemencias del tiempo. De hecho, Berdusán reconoce que el cultivo no ha sufrido especialmente por la sequía porque la Cebolla de Fuentes de Ebro "hay que producirla en regadío" y, aunque las reservas eran escasas, los agricultores han tenido disponibilidad para regar lo que han necesitado. "Veremos de ahora en adelante", matiza el también propietario de la empresa Finca La Corona, la mayor productora de cebollas con D. O.

Con estas circunstancias, si la cosecha no es mayor se debe al descenso de superficie. Frente a las 60 hectáreas cultivadas el pasado año, esta hortaliza a ocupado esta campaña unas 50.

"El problema es que no hemos encontrado parcelas suficientes para producir todas las cebollas que hubiéramos querido", dice. Su competencia es el ‘boom’ que vive la producción de almendra y las energías renovables.

"Nosotros estamos obligados a la rotación de cultivos, así que si un año hemos sembrado cebolla, al siguiente no podemos hacerlo, pero cuando vamos a alquilar las tierras a otros propietarios nos encontramos con que prefieren esperar a ver si salen alquileres para almendros o para parques solares", explica Berdusán. Detalla el presidente de la denominación de origen que esta preferencia tiene también mucho que ver con el tiempo de arrendamiento, ya que un agricultor necesita las tierras para un par de años, como mucho, pero quienes las alquilan para poner placas solares o plantaciones de frutos secos lo hace para 25 años. "Por eso muchos propietarios aguardan esta oportunidad porque a veces tienen un precontrato y tiene las tierras paradas sin hacer otra cosa que esperar", explica.

A ritmo del mercado

En cualquier caso, Berdusán reconoce que la expansión de este cultivo y el crecimiento de producción de la Denominación de Origen Cebolla de Fuentes de Ebro no depende de esta circunstancia. Sus ritmos los marca el mercado. "Cada empresa tiene su nicho de mercado y aumentarlo es complicado", explica. Y lo es, porque todavía hay muchos consumidores que no diferencian el producto, señala Berdusán, porque "los puntos de venta donde lo compra no tienen intención de vender cebollas con distintivo de origen y calidad, porque son más caras y tienen carácter estacional y por lo tanto no están disponibles todo el año", insiste el presidente de la denominación de origen zaragozana.

"La expansión del cultivo dependerá, sobre todo, de que el consumidor final decida apostar por este producto diferenciado, que lo identifique y no se deje engañar porque hay mucha gente que cree que esta consumiendo Cebolla de Fuentes y apoyando a la denominación y realmente no es así", explica Berdusán, que hace hincapié en que si el consumidor demanda, las empresas van a querer comercializar más y los agricultores van a poder responder con más superficie sembrada.

En cualquier caso, Berdusán reconoce que existe interés de los agricultores de la zona por este cultivo, pero su expansión tiene que ir de la mano de la industria y, especialmente, del incremento de la demanda por parte del consumidor. "Lo que no se puede hacer es producir una cantidad muy grande y después salir al mercado a ver lo que se vende. Lo que hay que hacer es tener claras las estimaciones de venta, saber realmente cual es nuestra demanda y lo que se puede comercializar y conforme a eso ajustar la producción", detalla Berdusán. Porque considera que el camino se hace a la inversa el riesgo que se corre es que "no se puede defender el producto y con los elevados gastos que supone la producción de esta cebolla se convierte en un problema para agricultores y almacenes", puntualiza.

Modernización de regadío

En la transformación de regadíos que se está realizando en Fuentes de Ebro pone también sus expectativas de crecimiento la denominación de origen. La infraestructura dio sus primeros pasos el 22 de mayo de 2019 con la firma del acuerdo para la ejecución de la obra, con el que se desbloqueaba después de 25 años de espera la transformación de 1.800 hectáreas de secano en regadío. En esas tierras es donde la D. O. espera que "avance la superficie y la producción de Cebolla de Fuentes", apunta Berdusán.

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