La organización agraria UAGA-COAG considera que la convocatoria de ayudas dirigidas al sector del vino para realizar la cosecha en verde ha sido "un fiasco". Señala que, según los datos del Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón, las solicitudes presentadas afectan a tan solo el 1,18% de la superficie de viñedo de Aragón, es decir, apenas 420 hectáreas del total de 35.700 hectáreas que hay en producción en toda la Comunidad. Eso supone que solo 118 vitivinicultores presentaron solicitud, cuya resolución todavía está pendiente, por lo que UAGA estima que finalmente incluso podrían ser menor la superficie que reciba el visto bueno para acogerse a esta medida.

Esta actuación responde a las demandas del sector del vino que ante los problemas de comercialización del vino y los stocks existentes en las bodegas, derivados de los efectos de la pandemia y de la incertidumbre generada por la guerra en Ucrania había reclamado apoyos a la Administración para mejorar la situación del mercado. La cosecha en verde consiste en subvencionar la eliminación de racimos de uvas antes de su maduración, de forma que se reduce a cero a la producción de las parcelas acogidas a estas ayudas, lo que repercute en la reducción de la cosecha final.

Según la organización agraria, si esta convocatoria ha tenido tan escaso éxito, ha sido porque la compensación por la pérdida de ingresos era muy poco atractiva para los viticultores. "La ayuda era como máximo del 50% del valor medio de la uva, que el Ministerio de Agricultura fijó para Aragón en 0,485 euros/kg.", recordaron este martes desde UAGA. Por eso, en opinión de la organización agraria, si la consejería de Agricultura de Aragón hubiera complementado el importe del Ministerio como se ha hecho, por ejemplo, en La Rioja, que ha incrementado la ayuda hasta el 60%, «el número de hectáreas y el de solicitantes hubiera sido mayor y la medida hubiera resultado efectiva».

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No es esta la única medida a la acude el sector cuando se producen dificultades para la comercialización del producto, que termina almacenado en las bodegas. Entre las posibles soluciones destaca la destilación de crisis, que consiste en subvencionar la retirada del mercado de una determinada cantidad de producto con el objetivo de equilibrar la oferta y la demanda. El producto retirado se destila para obtener alcohol etílico, que se puede utilizar para fines industriales o energéticos.

Tanto UAGA como Cooperativas Agroalimentarias de Aragón ya solicitaron al Departamento de Agricultura que apoye esta medida para controlar los stocks de vino existentes en muchas bodega, porque, como recordó el ministro del ramo en su ultima visita a Zaragoza, el Ministerio no la pondrá en marcha pero permitirá que lo hagan las comunidades que lo consideren oportuno.