economía

Luco de Jiloca estrena (por fin) autoconsumo: "Sabíamos que no iba a ser fácil porque era algo nuevo"

La planta de placas solares de este pequeño municipio turolense se conecta este viernes a la red para dar los primeros pasos hacia su independencia eléctrica, tras año y medio de espera por la burocracia.

Carlos Martín, María Navarro, Victor Cañizares y Carlos Ariñez, impulsores de la cooperativa de autoconsumo solar en Luco de Jiloca (Teruel)
Carlos Martín, María Navarro, Victor Cañizares y Carlos Ariñez, impulsores de la cooperativa de autoconsumo solar en Luco de Jiloca (Teruel)
Víctor Barro / gentecomprometida.org

Un grupo de jóvenes se propuso caminar hacia la independencia eléctrica del pequeño municipio de Luco de Jiloca (Teruel) y no ha parado hasta conseguirlo. Carlos Martín, María Navarro, Víctor Cañizares y Carlos Ariñez comenzaron en plena pandemia a poner en marcha un proyecto cooperativo de autoconsumo solar que ha tardado en materializarse más de lo que esperaban, pero que este viernes está previsto que se convierta en realidad.

"Sabíamos que no iba a ser fácil porque era algo nuevo", reconoce Ariñez, uno de los fundadores de la cooperativa Luco Energía, volviendo la vista atrás. Su objetivo ha sido convertirse en la primera comunidad energética de autoconsumo de Aragón en la que los promotores y los socios son los propios vecinos. 

Cuotas de los socios y fondos europeos

Comenzaron con un 'puerta a puerta' a principios de 2021 para explicar su iniciativa, todavía con las restricciones de la pandemia, y consiguieron que 25 vecinos se sumaran como socios y desembolsaran 1.000 euros cada uno, con los que se ha financiado parte de la instalación. Se unió también el vivero del pueblo y el ayuntamiento, que depende del de Calamocha, municipio a unos 20 kilómetros. En Luco los vecinos rondan las 70 personas en invierno, cantidad que se llega a cuadruplicar en verano, como ocurre en otros municipios afectados por la despoblación.

Alrededor del 60% de la inversión se ha cubierto con las cuotas de los socios de la cooperativa y para el resto han conseguido fondos europeos del plan Next Generation. El coste total del proyecto ha alcanzado los 80.000 euros.

Para la financiación del proyecto han confiado también en el 'crowdlending', una modalidad de captación de fondos, a través de una plataforma digital especializada, que consiste en buscar inversores que aporten una cantidad dándoles un interés. Por esta vía han invertido también socios de la propia cooperativa. 

En noviembre de 2021 se terminó de instalar el huerto solar colocado en la parte alta del pueblo, y esperaban que estuviera conectado a la red en unos meses. Ha pasado año y medio. La burocracia ha sido la parte que más ha retrasado el proyecto, pero afirma que "jamás" se plantearon rendirse. "Ha sido una mezcla de todo porque es algo nuevo, hay desconocimiento de las normativas y procedimientos, reticencias por parte de algunos sectores, se junta un poco todo y hemos tenido que ir salvándolo todo", comenta. "Nos encontramos con diversos momentos críticos, pero siempre buscamos soluciones. Si veíamos que nos atascábamos en algún camino buscábamos otra solución", asegura.

El retraso ha hecho que fuera fundamental mantener a los socios informados. Muchos se preguntaban '¿por qué no arranca si ya está puesto?', al ver los paneles solares. "Todo el mundo sabía que estas cosas llevan su tiempo, que somos el primer proyecto, pero hemos ido teniendo reuniones e informándoles de los pasos y dificultades porque era fundamental para que saliera adelante y la gente no perdiera la confianza". El parque tiene 50 kilovatios instalados y puede ampliarse hasta unos 60.

Vista aérea de los paneles solares en Luco de Jiloca (Teruel).
Vista aérea de los paneles solares en Luco de Jiloca (Teruel).
Victor Barro

En este tiempo han tenido que lidiar tanto con las administraciones como con las empresas energéticas, la distribuidora y las comercializadoras. Su periplo se ha convertido en todo un "master" en gestión de proyectos de autoconsumo, hasta el punto que han terminado creando una consultora energética, Optimener. Antes ya les habían ido llamando para contar su experiencia, por pionera, en jornadas de autoconsumo. Han acabado asesorado a otros municipios, como Monforte de Moyuela, que querían seguir sus pasos. Arinez es ingeniero con raíces en el pueblo, pero que hasta antes de la pandemia trabajaba en Brasil. Ahora ha terminado por asentar en el pueblo no solo su futuro personal si no también laboral. María y Víctor también residen de forma permanente allí. La consultora tiene su sede en Luco, convirtiéndose en la segunda empresa del pueblo, junto al vivero. 

En este tiempo de trámites con las compañías eléctricas han aprendido, como primer consejo, que "es conveniente tener una única comercializadora porque facilita los procedimientos, pero no es obligación". Entre los socios de la cooperativa la mayoría tenían contrato con la misma eléctrica, pero otros se repartían entre cinco más. A todas hubo que comunicarles que iban a estar conectados a una instalación de autoconsumo, para que quedara reflejado en su factura. "A una gran mayoría les hacíamos la gestión y cuando se atascaban los otros, les ayudábamos", cuenta.

El ahorro en el consumo eléctrico de cada socio calculan que se empezará a notar en los recibos que lleguen con los consumos de mayo.  "Verán ya reducida su factura de la luz, en la parte del consumo, estimamos en un 40% o 50% mínimo", señala. Este porcentaje cuentan con que se vaya incrementando a medida que se adapten los hábitos de consumo y se gaste más energía en horas con suministro procedente de las placas solares.  

Hacia el pueblo eléctrico

El proyecto sigue abierto a más cooperativistas y está previsto que crezca. "Hay mucha gente que está viendo que se ha puesto en marcha y están preguntando si pueden entrar. Estamos definiendo cómo agregar más gente", afirma. Los impulsores piensan ya en una ampliación del proyecto y en avanzar hacia la movilidad eléctrica en el pueblo. Han seguido optando a ayudas a través del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) y han conseguido apoyo para poner un punto de recarga de coches eléctricos en el pueblo, que ya hay alguno circulando, y para contar con bicicletas eléctricas públicas. El futuro de Luco de Jiloca es eléctrico.

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