Figan 2023

La extrema sequía, los bajos ingresos y la edad de los ganaderos amenazan la producción de vacuno

Expertos en el sector analizan el presente y los retos de futuro del sector, que en los últimos años ha visto descender el número de cabezas de ganado en todos los países productores de Unión Europea

El vacuno de carne ha sido el sector más golpeado por las restricciones de la pandemia y los elevados costes del cereal.
El vacuno de carne ha perdido producción en los últimos años..
Rafael Gobantes

El vacuno de carne fue ayer uno de los grandes protagonistas en Figan. Antes de que el Auditorio del Centro de Congresos del recinto ferial de Zaragoza acogiera la sesión de la Lonja de Binéfar (referente en este sector), fue la organización que agrupa a los productores españoles (Asoprovac) la que organizó un encuentro para analizar el presente del sector y el futuro de la soberanía alimentaria en el Viejo Continente.

Ante un nutrido auditorio, los ponentes en este jornada, presentada con el sugerente título de ‘¿Quo vadis Europa?’, recordaron que no es el veganismo, ni siquiera los ataques de aquellos que culpan a la ganadería de la mala salud del planeta los que están provocando un descenso de la producción del vacuno de carne. Las amenazas de este sector, advirtió Ilona Blanquet, agroeconomista del instituto francés de ganadería (Idele), son la extrema sequía, los bajos ingresos que obtienen los productores asfixiados además por el incremento de los costes de producción, o la avanzada edad de los ganaderos, que ante la llegada de la jubilación comienzan a echar el cierre a la explotación. Y sucede así en Francia, principal productor, España, Italia o Alemania, donde el número de cabezas desciende y por tanto el volumen de carne disponible en el mercado.

La cara es que este descenso se ha traducido en un incremento de los precios, señaló Blanquet, que lanzó al auditorio un mensaje de optimismo al destacar que "el consumo de carne crece un poquito en todo el mundo porque la gente todavía quiere comer carne y por eso es importante y es necesario disponer de producción suficiente".

No ayuda la nueva PAC. Lo reconocieron Esther Herranz, exdiputada europea y experta en agricultura, y Ricard Godia, presidente de Asoprovac, que participaron en una mesa redonda junto con Maite Lasheras, gerente del área de rumiantes de la empresa MSD Animal Health, Joan Vall, del grupo Viñas –dedicado a la producción y comercialización de carne de bovino–, y Eduardo Latorre, responsable de compras de productos cárnicos de Alcampo.

Todos ellos repasaron los retos con los que tiene que lidiar una producción "arrinconada por la política agraria comunitaria", que además tiene que competir con poderosos grupos y en mercados exteriores que priman más los bajos precios que la alta calidad.

Pese a todo, aseguraron con contundencia que "el sector tiene futuro". Pero reconocieron que para ello es necesario que el sector "tenga sostenibilidad económica", que "se oriente al mercado y no dependa tanto de las ayudas", y sobre todo, que las administraciones "no le pongan más palos en las ruedas".

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