La nuevas pensiones: recargos para los salarios más altos y la posibilidad de incluir más años de cotización

El ministro cita este viernes a los agentes sociales para presentarles la nueva propuesta que tiene "prácticamente" el visto bueno de Europa.

El Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá participa en un encuentro en Valladolid
El Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en una foto de archivo.
Nacho Gallego

Recta final de la reforma de las pensiones tras un año de intensas negociaciones. El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, citó de urgencia para este viernes a los sindicatos y a la patronal a fin de tratar de alcanzar un acuerdo sobre las nuevas medidas de la segunda fase tras meses de silencio en los que se le ha acusado de inactividad, "en punto muerto". Y lo hace, según sus propias palabras, tras tener "prácticamente" cerrado un acuerdo con la Comisión Europea, con la que -apuntó- ha tenido en las últimas semanas una "discusión en profundidad" con el objetivo de consensuar "todos los elementos".

Así lo anunció el jueves el ministro en un foro organizado por el diario El Español y luego confirmó este periódico con Bruselas. "Hemos convocado la mesa para mañana (viernes) y eso debe entenderse como que estamos prácticamente llegando ya a un acuerdo con la Comisión", avanzó. Y volvió a mostrar su habitual optimismo al confiar en arrancar un sí del diálogo social "en los próximos días". Incluso fue más allá: "Espero que ocurra mañana (este viernes)".

Cabe destacar, no obstante, que el contenido de esta segunda pata ya se había pactado previamente en el plan de recuperación y resiliencia, cuando se comprometieron a tener listas antes de final de año -algo que no se ha conseguido- dos medidas que no se habían tocado en la primera parte. Se trata de la ampliación del periodo de cálculo y de la subida de las bases máximas de cotización.

Escrivá trató de renegociar su medida con Bruselas, que consiste en elevar de 25 a 30 años el periodo de cálculo de la pensión de los nuevos jubilados con el descarte de las 24 peores mensualidades. Lo hizo a la vista del rechazo social que estaba encontrando, sobre todo de los sindicatos.

Finalmente sí ha logrado el apoyo interno de Unidas Podemos como socio del Ejecutivo de coalición, según fuentes gubernamentales. También se busca el apoyo de aliados parlamentarios como ERC, EH-Bildu y PNV, de cara al decreto correspondiente.

Impacto neutro

Sin embargo, el ministro se negó a dar detalles de la nueva propuesta antes de que la conozcan los interlocutores sociales. "Tienen que conocerlos primero ellos (patronal y sindicatos), pero básicamente es el cierre del sistema, de la sostenibilidad completa, para que sea compatible con mantener el poder adquisitivo de los pensionistas", apuntó este jueves.

En todo caso no dará marcha atrás y, presionado por Europa, mantendrá su objetivo último de ampliar el cálculo de la pensión pese a la petición unánime de que retire esta medida que no había sido acordada en el Pacto de Toledo. No obstante, reconoce que ha generado "bastante fricción" y por ello llevará ahora a la mesa una oferta más abierta, que podría combinar al menos durante un periodo de tiempo las dos fórmulas de cómputo: la vieja, que tienen en cuenta solo los últimos 25 años, y la nueva, que habrá además que ver si se aferra a elevarlo a 30 años o rebaja esta exigencia. Será -dijo- "un esquema alternativo y sostenible, con el aval de instituciones independientes".

Lo cierto es que el ministro siempre ha rechazado que esta medida vaya a suponer un recorte en la pensión. Al contrario, la vende como que es "más justa", "más equitativa" y beneficiosa para las actuales carreras laborales, que son "menos lineales que antes y mucho más volátiles" y, por eso, no siempre son mejores los últimos años de trabajo. De hecho, el impacto presupuestario que se prevé obtener es neutro.

Recargo para las rentas altas

La otra medida que el Gobierno tiene que atar es el destope de las cotizaciones máximas, puesto que en la actualidad los salarios por encima de los 53.958 euros anuales no cotizan al sistema. La propuesta que hizo a finales de año fue la de elevar un 30% las bases máximas en las próximas décadas. En concreto, propone un incremento fijo de 1,154 puntos porcentuales desde 2025 hasta 2050 para situarlo bastante por encima de los 70.000 euros, a lo que hay que añadir la subida anual por la evolución de la inflación.

Ante el inconformismo de los sindicatos sobre esa cuestión, donde exigen ir incluso más allá, Escrivá plantea también establecer un nuevo recargo en la cotización para los salarios más altos. Eso sería de manera independiente a la subida de las bases máximas, según informó a Bruselas.

Pero el expresidente de la AIReF tendrá que seguir además negociando al mismo tiempo con los grupos parlamentarios, si quiere conseguir su respaldo y recibir así el aval suficiente del Congreso a este nuevo decreto. No hay que olvidar que de esta reforma depende el desembolso del cuarto tramo de fondos europeos: otros 10.000 millones de euros.

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