economía
Garamendi pasa de autónomo a asalariado de la CEOE con un sueldo de más de 380.000 euros
Los abogados de la patronal recomiendan regularizar su situación laboral tras más de cuatro años en el cargo y hacerle un contrato de alta dirección.
El presidente de la patronal, Antonio Garamendi, pasará este año a ser un empleado de la CEOE con un salario que ronda los 400.000 euros brutos anuales. Así se decidió por unanimidad en la última junta directiva celebrada el pasado 25 de enero, según confirmaron a este periódico fuentes presentes en dicha reunión.
Hasta ahora Garamendi, pese a que lidera desde el 20 de noviembre la organización que defiende y representa los intereses de las más importantes empresas españolas, no había tenido un contrato laboral con la CEOE, sino que durante los cuatro años que ha durado su primer mandato ha funcionado como autónomo, es decir, un trabajador por cuenta propia, externo a la organización, que proporcionaba unos servicios a la patronal y por ello les pasaba unas facturas y cobraba unas dietas por los gastos ocasionados.
Sin embargo, su sueldo estaba pactado desde los primeros compases. Fue una decisión polémica, puesto que el anterior presidente, Juan Rosell, no cobraba una remuneración como tal sino solo dietas. Pero Garamendi exigió una remuneración por su dedicación exclusiva al puesto y llevó a la junta tener una remuneración de 350.000 euros brutos anuales (300.000 salario fijo y 50.000 variable), una medida que fue aprobada aunque levantó cierto revuelo, a pesar de que José María Cuevas también tuvo una remuneración similar durante su presidencia.
Ahora la CEOE da un paso más allá y regulariza su situación laboral en vista de que su estatus de autónomo no se adaptaba a sus funciones como líder de la organización empresarial. Así lo explicó en la pasada junta la nueva vicepresidenta de la patronal, Alejandra Kindelán, quien leyó un informe elaborado por los abogados de la organización que aconsejaban transformar su vinculación laboral por "seguridad jurídica" -según desvelaron a este periódico fuentes presentes en esa junta-, puesto que la "fórmula empleada" en los últimos cuatro años "no se ajustaba" a la realidad y podría entrar en conflicto con las normas de la Seguridad Social, más ahora que la Inspección de Trabajo persigue con ahínco a los falsos autónomos.
Ningún miembro de la directiva se opuso a esta decisión y votaron por unanimidad que su presidente tenga un contrato laboral con la CEOE de alta dirección, con un nuevo salario que supera los 380.000 euros brutos después de las subidas anuales que se le han ido practicado cada año, las mismas que para el resto de trabajadores de la organización, pero que suponen desde 2019 un alza de más del 9% acumulado (para este año el incremento salarial es del 3%).
Díaz investigará su hay fraude
A partir de ahora, será la CEOE la encargada de pagar las cuotas a la Seguridad Social de su presidente, mientras que hasta ahora era él el que cotizaba por el máximo, según señalan fuentes de la CEOE. Además tendrá ya todos los derechos que le corresponden como asalariado, como vacaciones, bajas por enfermedad. aunque al ser un contrato de alta dirección no tiene derecho a paro ni a ninguna indemnización cuando se le rescinda, puesto que no paga al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).
La patronal se ha visto obligada a salir al paso de esta filtración y envió un comunicado a los medios en el que piden "respeto hacia las decisiones que se adoptan en el seno de los órganos de gobierno de la organización". En este sentido, recalcan que la remuneración actual del presidente de CEOE, así como su vínculo con la Confederación, ha sido aprobada "por unanimidad en el seno de la junta directiva, que está compuesta por cerca de 300 representantes de las organizaciones empresariales, de acuerdo con los procedimientos internos y los principios de transparencia".
Pero la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, aprovechó la coyuntura para pedir a Garamendi "coherencia" y que "se siente a negociar los salarios en el conjunto del país" una subida salarial. Además, advirtió de que su departamento "va a mirar", como "siempre" hace, si se ha cometido alguna irregularidad.
