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Una PAC más verde y más exigente para el ganadero
Una jornada organizada por la Lonja del Ebro examina las repercusiones de una nueva Política Agraria Común que acentúa el respeto por el medio ambiente.
Mucho más verde, más orientada a la preservación del medio ambiente y con el centro en la estrategia europea ‘De la granja a la mesa’. Esta es una de las principales características de la nueva Política Agraria Común (PAC) que ha entrado en vigor con el comienzo de este nuevo año y que se prolongará hasta 2027.
Así la describía el director general de Calidad y Seguridad Alimentaria del Gobierno de Aragón, Enrique Novales, en una jornada organizada por la Lonja del Ebro y celebrada en la sede de Caja Rural de Aragón y que abordó los cambios de la nueva PAC y su repercusión en sectores ganaderos como el ovino y el vacuno. "Se prima la agricultura ecológica, la intervención en gestión forestal, las zonas con limitaciones naturales, los ecorregímentes y la condicionalidad reforzada", enumeró Novales. "Esto es la nueva PAC, que en principio es complicada, pero habrá que hacer las cosas bien para no tener penalizaciones".
Algo que se acentuará a partir de 2024, cuando los agricultores y ganaderos tendrán que ejercer control sobre productos fitosanitarios, medicamentos, zonas vulnerables y nutrición sostenible. Se trata de un decreto que regula cómo hay que fertilizar y que "será muy exigente", anticipó Novales. Esta regulación nace con el objetivo de limitar la creación de zonas vulnerables, (zonas con excesos de nitratos), un tema ante el que la nueva PAC es "muy sensible".
En lo que respecta a la condicionalidad reforzada, explicó el director general de Seguridad y Calidad Alimentaria, el ovino estará "más favorecido porque hay determinados elementos de control que desaparecen como el control de identificación que suponía reducciones de un 3% o un 5% en los pagos", una decisión que calificó de "acierto".
La nueva PAC ha reducido el número de regiones, al introducir un umbral de precipitación media de 650 mm, que subdivide los territorios en tierras de secano y humedales; regadíos y cultivos permanentes con pendientes de menos del 5% y de entre el 5% y el 10% y en pastos húmedos y mediterráneos. Esta división tiene como consecuencia directa la creación de los ecorregímenes o ecoesquemas, a los que se va a destinar el 30% de las cuantías y que conllevan la puesta en marcha de diversas prácticas como el pastoreo extensivo, la siega sostenible, la rotación con especies mejorantes o la siembra directa, entre otras, en función del tipo de zona.
Enrique Novales hizo también un balance del ejercicio 2022 en los sectores de ganado ovino y vacuno. En lo que respecta al ganado ovino de carne, En Aragón, se contabilizaron 3.100 explotaciones y 1.159.000 animales, lo que supone un descenso de más de un millón de cabezas entre 2006 y 2022. Novales achacaba esta bajada a factores como el relevo generacional, el sistema de explotación o los precios.
De "preocupante" tildó el dato referente al consumo de ovino, que entre enero y agosto había descendido un 25%. El precio de la carne y la caída de poder adquisitivo, son a juicio de Novales algunos de los factores de este descenso en el consumo, que pueden tener consecuencias negativas si baja el censo porque "la sociedad tendrá, en ese caso, un problema con la labor medioambiental que hace la ganadería extensiva". No obstante, lamentó que "la realidad es la que es y mucha parte de la sociedad no puede acceder a carne de ovino por su precio".
Un fenómeno contrario es el que ha experimentado el sector de vacuno de cebo. Aragón ha incrementado en casi 30.000 terneros el censo medio. Somos tras Catlauña las dos comunidades con más vacuno de cebo. Sin embargo, Novales vaticinó que este "será el sector que más va a sufrir con las ayudas PAC ya que hay un 30% que se detrae del pago base a los ecorregímenes y este vacuno no puede acogerse a ninguno ya que no pastorea"
En materia sanitaria, Novales destacó que "no hay enfermedades", pero puso el foco en materia de exportación ya que dos de los principales importadores de esta carne, como son Marruecos y Libia, "nos exigen ser muy prudentes". Durante el pasado ejercicio las exportaciones de animales vivos descendieron en torno a un 30%, mientras que en lo que respecta a canales, las exportaciones a la UE han aumentado, y, como novedad, Filipinas ha empezado a importar carne congelada.
